Juguetes para la tercera edad y para las mascotas
La deriva del negocio del juguete está llevando a ensayar con franjas de población impensables hace sólo unos años. «El juguete no tiene edad -recuerda el consejero delegado de Paola Reina-, es más, tiene un potencial extraordinario para las personas mayores. Imagínese enfermedades del tipo Alzhéimer, demencias... Está comprobado que las muñecas son de gran ayuda en los geriátricos, por cuanto despiertan sensaciones, estimulan los afectos o animan a la movilidad».
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Desde AIJU, consideran un «valor añadido» el potencial de los juguetes para paliar enfermedades degenerativas. Y van más allá de los 'memories'. Problemas locomotores, artrosis, pérdida de vista... «No se trata de crear un artículo nuevo, a veces basta con introducir cambios para hacer más accesibles los que ya hay»
En paralelo, Luis Berbegal ha tratado de compensar la caída de natalidad con otra de línrea de negocio, 'Lobo', ésta orientada a las mascotas. Casitas modulables a las que se pueden añadir alturas, un tobogán, un comedero que el perro acciona con la patita para alcanzar el pienso... «El mundo de los animales se ha humanizado mucho. En casa se han convertido en uno más y cada vez resulta más normal buscar su bienestar».
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