«Lo importante es que las leyes se cumplan»

Concha Andreu (Calahorra, 1968) rompió hace dos años un techo de cristal: se convirtió en la primera mujer presidenta de La Rioja. Licenciada en Biología y enóloga, confiesa que no se topó con actitudes machistas durante la carrera, pero sí en su dempeño laboral: «Ahora por suerte hay más enólogas, pero al principio había muy pocas mujeres y se nos miraba con sospecha o nos hacían comentarios sexistas, como si no pudiéramos entender de vinos». En la política, asegura que no se ha topado con actitudes machistas en su partido, aunque sí en la oposición cuando accedió a la presidencia y le preguntaron «si se sentía capaz». Andreu afronta un 8-M insólito, pero con los mismas inquietudes de siempre.

- ¿Un 8-M sin manifestaciones es un 8-M descafeinado?

- No. Se dan unas circunstancias tan terribles que está plenamente justificado que no haya manifestaciones. Al contrario, hay una enorme movilización para seguir manifestándonos en favor de la igualdad, pero en cada rinconcito, en cada balcón, en cada grupo de amigas.

- ¿Le estamos dando demasiada importancia al hecho de manifestarse, como si las concentraciones fueran un fin en sí mismo y no un instrumento?

- Así es. Estuvo muy bien la gran manifestación del año 2019 porque demostró que había un clamor general para trabajar por la igualdad. Que cada vez sea mayor la participación no es importante; lo importante ahora es que le igualdad se plasme en leyes, que las leyes se cumplan y que eduquemos en igualdad.

- Usted preside la comunidad autónoma, una mujer dirige la UE, el Gobierno español tiene tres vicepresidentas... ¿Se ha conseguido ya la igualdad real en la política o todavía queda algún techo por romper?

- En la política nos estamos acercando muchísimo, afortunadamente. El Gobierno de coalición, con el PSOE a la cabeza, tiene la idea de forzar esa representación igualitaria. Lo ideal sería que no se consiguiera por cuotas. No nos gustan las cuotas, pero nos gusta lo que se consigue con las cuotas. Habrá un momento en que, gracias a la educación y al empeño de políticos progresistas, no habrá necesidad de cuotas porque hombres y mujeres tendremos las mismas posibilidades de llegar a ocupar puestos de responsabilidad en primera línea.

- ¿Y ese futuro lo ve próximo?

- En los países dirigidos por partidos progresistas no será difícil. En Europa y en España estamos trabajando mucho. Pero hay mucho camino por recorrer en el mundo entero, en países en los que falta libertad e igualdad.

- ¿El feminismo tiene que ser de izquierdas?

- No necesariamente. Tendría que ser generalizado. Pero los partidos progresistas hemos sido pioneros en buscar la igualdad. Aunque estoy segura de que ahora todos los partidos demócratas están en esa misma línea.

- La Rioja prepara su primera Ley de Igualdad. ¿Es necesaria?

- Sí, absolutamente. Hay que hablar de oportunidades, de representatividad, de ciudados... Según la socióloga Ángeles Durán, doctora honoris causa por la UR, los cuidados suponen un 30% más que todo el conjunto de los 'trabajos formales'.

- En la presentación del borrador, se dijo que la Ley pretendía que la igualdad fuese real en el sistema educativo. ¿Aún no lo es? ¿Hay problemas de machismo en las aulas, en los libros de texto, en los profesores?

- En el funcionamiento de las aulas, al menos en los colegios públicos, no. Y digo en los colegios públicos porque sabemos que aquí hay un colegio concertado que segrega por sexos. Ahora bien, algunos expertos en asuntos de igualdad han detectado ciertos ramalazos de machismo en algunos libros de texto. Así que estará bien tener una ley que nos permita abordar esa cuestión.

- Tambien se dijo que la futura ley aspiraba a implantar la igualdad no solo en la administración, sino en los hogares. ¿Cómo se puede hacer eso?

- Está claro que la ley no se puede meter en la intimidad de los hogares, pero sí hará que la educación sea igualitaria y que los alumnos transmitan lo aprendido en casa.

- La violencia machista no remite. ¿Es síntoma del fracaso de la ley? ¿Qué más podemos hacer?

- La educación es la clave. Tenemos que trabajar todavía más en cada rincón de la educación, desde Infantil hasta la Universidad. La sociedad española ha tardado mucho tiempo en meterse a fondo con este problema y a veces se ha transmitido una normalidad que no es en absoluto normal. Es un problema que además suele empeorar en momentos de mala situación económica.

- En las últimas semanas, hemos asistido a debates enconados entre organizaciones feministas e incluso entre miembros del propio Gobierno nacional... ¿La división puede comprometer la lucha por la igualdad?

- Me gustaría pensar que no. Me gustaría pensar que los puntos en discordia son los puntos que hay que debatir para llegar a un consenso. Yo confío plenamente en que nos esforcemos para llegar a un acuerdo.

- No resulta descabellado suponer que las mujeres, sobre todo aquellas con empleos precarios, van a sufrir más el golpe del COVID. ¿Habrá que hacer un esfuerzo especial para atenderlas?

- Sí, sin duda. La brecha salarial es una realidad en época normal y en pandemia se vuelve mayor y más sangrante. Son las mujeres las que primero abandonan los trabajos por los confinamientos, por los cuidados que no cotizan... Sería interesante que las ayudas (del Estado, de la comunidad autónoma) puedieran estar orientadas también al desempleo femenino.