Subida de impuestos
La plazuela perdida ·
La noticia de la próxima subida de impuestos en Logroño, que dio nuestro Diario LA RIOJA, además de la inicial alarma que siempre producen las ... noticias que tocan el bolsillo de los ciudadanos, me llamó la atención por varias cosas. En primer lugar, dice que suben un 2% las tasas «en consonancia con la evolución de IPC anual», pero el IPC del año 2019, hasta noviembre, ha crecido el 0,7%... En segundo lugar, sube el IBI de los bienes inmuebles urbanos, o sea sube el impuesto de nuestras viviendas, del 0,57% anual al 0,60% anual, lo que supone una subida del 5,26% -aquí no dicen nada de consonancia con el IPC, pues sería, más bien, disonancia-.
Además, sube el impuesto de circulación para los vehículos con más caballos fiscales, en unas proporciones que no conozco -en realidad no sé ni los caballos fiscales que tiene mi pequeño coche-. Lo de los impuestos a los vehículos y conductores me parece de juzgado de guardia, es un decir, pues pagamos impuesto al comprar el vehículo, antes lo llamaban impuesto de lujo, ahora supongo que será el IVA; pagamos impuesto al echar gasolina; también pagamos impuesto por cualquier arreglo o revisión en el taller; además pagamos, quien lo tenga, por el garaje; anualmente, pagamos el Impuesto de Circulación que, supuestamente, te permite circular y aparcar, pero si quieres aparcar en ciertos lugares de la ciudad, tienes que volver a pagar en las maquinitas de horas... en fin, que un coche, por pequeño que sea, es un pozo sin fondo a la hora de pagar impuestos y, si hiciésemos cálculos, nos saldría más barato vender el vehículo, pues podríamos ir en taxi a todos los sitios -en bicicleta ya sabemos que no va nadie, a pesar de la cantidad de carriles bici de que dispone la ciudad-.
No es que el asunto de pagar impuestos me parezca mal en sí mismo, pues todo depende del uso que luego se le dé al dinero recaudado, pero creo que los políticos deberían tener más cuidado en el gasto. No se debe gastar alegremente y solucionarlo con más impuestos. Por ejemplo, no se deberían acometer obras innecesarias para dejar la ciudad, más o menos, igual, como se ha hecho en el pasado, y no se debe gastar presupuesto en asesores y similares, pudiendo ser asesorados por funcionarios -los partidos políticos no deben ser agencias de colocaciones de sus principales militantes-. Casan muy mal las subidas de impuestos con el aumento del número de políticos con sueldo del erario público. Curiosamente, no recuerdo, en las campañas electorales, haber oído nada de subir los impuestos ni de aumentar el número de políticos con sueldo. Me gustaría poder exigir, en las próximas campañas electorales que los partidos digan claramente qué van a hacer con los impuestos y cuántos políticos amigos van a colocar. Así, luego, no nos llevaríamos sorpresas. Desagradables.
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