Semana de Pasión... y lo que queda

Semanas, habría que decir... Respecto al urbanismo, a la arquitectura y al patrimonio. Abril, como pasó en marzo, está siendo el mes de las obras, ... y de entre todas destaca el nudo de Vara de Rey que está llamado a culminar la fase 1 del soterramiento reurbanizando la confluencia de la citada con Duques de Nájera, y con la nueva Miguel Delibes, pero que también se dejará sentir en Pino y Amorena y Lobete, en Hermanos Hircio y Marqués de Larios, y en sus alrededores. Tantas calles como las que en estos días se actúa, generalmente consolidando el urbanismo táctico mediante obra civil... y lo que queda. Abril, como pasó en marzo, es tiempo de debate en torno a la arquitectura. Más allá del nuevo barrio que está surgiendo al oeste de la ciudad junto al parque de San Miguel, se habla de la ampliación del teatro Bretón, cuya propuesta de José Seguí y Fernando Royo, autores de la idea ganadora, no convence del todo al ciudadano de a pie con su piel de vidrio; y de la futura sede de Bosonit en el Casco Antiguo, que requiere la modificación del PGM para encajar el diseño de Kengo Kuma y su cuerpo de piedra y hierro, con la oposición recelando del impacto del edificio en el perfil de la ciudad, concretamente en la aguja de Palacio, y el alcalde en persona defendiendo el proyecto por su «clara sensibilidad con el entorno»... y lo que queda. Abril, como pasó en marzo, no olvida el patrimonio, si es que no está ya lo suficientemente olvidado. Nada sabemos de Valbuena, tras las vueltas y más vueltas que se le ha dado al yacimiento para su reapertura; y lo mismo del monte Cantabria, que mientras llega la segunda fase, la primera no es más que un lejano recuerdo... y lo que queda. Unos encuentran sus motivos; otros buscan sus razones; y cada cual vive la Semana Santa –la de la Pasión– como quiere, y la cuenta como mejor le viene o le da la gana... y solo es la primera de muchas.