El cantante dominicano Henry Méndez se ha disculpado por lo de «odio a los rojos». Según su comunicado en X, no guarda odio ni rencor, « ... independientemente del color de la piel, de la religión, de la condición sexual, ideología o nacionalidad». Lo gracioso es que asegura que lo dijo intentando parar cánticos contra Pedro Sánchez. Como soy de la escuela de Joan Rivers («odio a todo el mundo empezando por mí misma»), no veo dónde está el escándalo. Como no lo veo cuando preguntas a un entrevistado con quién no cenaría nunca y dice que con un dirigente de Vox. Aquí un demócrata. Seguro que con un votante tampoco, pero esos no siempre se distinguen bien. No es que me parezca bien la inquina, pero hasta en la percepción del odio existe el tablero inclinado del que habla Cayetana Álvarez de Toledo (la derecha es juzgada por los medios con un baremo más severo). Si dices que no cenarías con un dirigente de Bildu parecerás un facha de cuidado.
¡Oferta especial!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión