No, así no se puede
Hubo un momento electoral en el que Podemos llegó a tener posibilidades reales de gobernar, pareciendo que podía dar el 'sorpasso' y conseguir más votos ... que los socialistas. Eran buenos tiempos, para ellos, en los que Errejón marcaba el paso político y aquella feliz idea de que Podemos era un partido transversal, que no entraba en la vieja dicotomía izquierda-derecha, sino que abría la nueva 'los de arriba-los de abajo' y ganaba adeptos en casi todos los sectores sociales.
Sin embargo, la izquierda es como es y cuanto más escorada es esa izquierda más aparecen los fantasmas de la división y las luchas intestinas. Así desaparecieron de la formación casi todos sus fundadores, incluido Errejón, uno de los políticos más valiosos de las últimas décadas, y la importancia de algunos sectores, como los anticapitalistas, devolvieron a la formación al tradicional espacio de extrema izquierda y también redujeron el número de votantes a una cifra razonable por pequeña.
Si algo llama la atención en Podemos es su forma de analizar la historia, no con el punto de vista de del momento histórico que analizan, sino con la referencia actual, lo cual es un dislate que lleva a falsedades. Ha sido típico en toda la izquierda, también en la moderada, aunque supongo que por motivos electoralistas, analizar el golpe de estado de Franco con la perspectiva actual, en vez de con la perspectiva del 36, momento en el que era comprensible que un católico mirara con simpatía a los golpistas, pues en aquella República se estaban quemando iglesias y conventos, mientras que ahora, salvo algunos nuevos nostálgicos de Vox, a nadie se le ocurre mirar con simpatía aquel golpe de estado que tanto nos amargó la juventud a muchos; pero Podemos va más allá que la izquierda moderada, en su obsesión con analizar mal la historia. Ahora, en el ridículo asunto de López Obrador, la izquierda moderada ha tenido sentido común, pero Podemos se ha vuelto a echar al monte de analizar la historia desde el prisma equivocado. El tal López, presidente de México, ha solicitado que el Rey de España y el Papa pidan disculpas por la conquista de América, hace ya 500 años, una época en la que todos los países, sin excepción, conquistaban lo que podían, por cierto con más exterminio que los españoles, incluidos los aztecas que, además practicaban el canibalismo.
Podemos, que suele entender el patriotismo de forma distinta a los demás, está de acuerdo con el presidente mexicano en que el Rey de España pida perdón. Que no se extrañen, Iglesias y los suyos, si en las próximas elecciones no llegan a 40 diputados. Porque aunque griten en los mítines «sí se puede», la verdad es que no, así no se puede, con esa obsesión antimonárquica y antiespañola no se puede.
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