El peso de la pluma

El cuarto poder

El periodismo, conocido como el cuarto poder tras el legislativo, el ejecutivo y el judicial es de una importancia vital en el mantenimiento y en ... la supervivencia de las democracias. Así lo ponen de manifiesto los periodistas que arriesgan sus vidas, y muchas veces las pierden, por informar de las injusticias y los conflictos que se dan en nuestro planeta guerra en un momento en el que centenares de ellos han sido asesinados en Gaza solo por ser los ojos y los oídos del mundo entero. Sin embargo, cada vez abunda más un modelo de seudoperiodismo que flirtea con la cancelación, asume la sumisión y mercadea con la crispación bajo el único objetivo de ejercer de correa de trasmisión de los intereses de determinados grupos económicos y políticos.

Publicidad

Desde la prensa generalista se recurre con demasiada frecuencia a titulares capaces de encender nuestras más básicas emociones, en el intento de que la democracia se convierta en emocracia y el ciudadano en un idiota dominado. Para algunos diarios la verdad ya no es más que un periódico de Murcia olvidando a los periodistas que cada día escriben con la misma dignidad de quienes lo hicieron con las manos manchadas de tinta.

Pero resulta aún más contradictorio que en la autodenominada prensa liberal se ejerza la censura ya que fueron los autodenominados liberales quienes por vez primera introdujeron y defendieron el concepto de libertad de prensa. Es indudable que la libertad de prensa sigue siendo un indicador importante de la transparencia y los valores democráticos de un país. Y más en estos tiempos en los que la mentira corre más deprisa que la verdad. Pero si la libertad ya sale estrujada por la propia prensa, condicionada por la coerción de sus palabras y emborronada por la estridencia de sus titulares no podemos sorprendernos de que cada vez sean más frecuentes las actitudes de polarización y enfrentamiento. El desequilibrio informativo también cercena la libertad de los que estamos obligados a conocer solamente lo que algunos quieren que conozcamos desde una actitud de insoportable y manipuladora superioridad.

Ya lo expresó el genial cómico Mario Moreno Cantiflas en una escena en la que encerraba a unos periodistas en una habitación para aclararles la diferencia entre ser el cuarto poder y no poder salir del cuarto. No es lo mismo una línea editorial que una editorial siempre en la misma línea. No es lo mismo ser nexo de información que ser correa de transmisión. No es lo mismo la libertad de expresión que la expresión de la libertad impresa en depurados caracteres. No es lo mismo ser un medio de comunicación que ser un miedo de comunicación. «Para la prensa, como para el hombre, la libertad sólo ofrece una posibilidad de ser mejor; el servilismo no es más que la certidumbre de ser peor». Lo dijo Albert Camus, el hombre rebelde conocedor de que la libertad de prensa debía ser la prensa en libertad. Buenos días y buena suerte.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¡Oferta especial!

Publicidad