Por un futuro con agricultores y ganaderos

Sin embargo, es tal la fragilidad y riesgo en el que se encuentra el medio rural que el problema del sector ya ha excedido lo económico, para situarse en un problema social y de Estado. ¿Qué sería de una región como La Rioja sin agricultores y ganaderos? ¿Qué sería de esta comunidad sin las pequeñas y medianas explotaciones familiares que mantienen la actividad laboral, la económica y los servicios, siendo los que fijan población en el mundo rural?

En este contexto, lo peor ni tan siquiera ya es la situación crítica que atraviesa el sector, sino la continuidad y el relevo generacional. Un mérito soportado, hasta ahora, por los que solo entienden la vida pegados al surco, al tractor, al rebaño o la granja. Y que practican, más que nadie, la paciencia y la resignación ante las múltiples reivindicaciones, sensatas todas ellas, que les vienen acompañando desde hace años. Esto, los que quedan. Entre ellos, los menos resignados de entre los agricultores y los ganaderos riojanos, y convocados por las organizaciones profesionales agrarias, saldrán mañana a defender el futuro y rentabilidad de su profesión. A compartir que el campo tiene razón en plantarse. A gritar que, aunque dieron ejemplo de responsabilidad durante la pandemia, garantizando la demanda de alimentos sin subir un céntimo nuestros productos (a diferencia de lo que hemos vivido con las mascarillas, los geles, los test de antígenos...), nada les ha servido para estar en la agenda de las distintas administraciones ni para mantener el reconocimiento social, en general.

Lo hará Pedro, pequeño agricultor, con cara y ojos, que vende su producto a un precio tan bajo que apenas le da para pagar la electricidad y el gasóleo. Se manifestará Roberto, un hombre desesperado por los daños que están provocando los conejos en sus sembrados sin que la Administración ni el coto pongan soluciones reales encima de la mesa. A Isabel le acompañarán sus hijos, quienes están hartos de verla en la granja matándose a trabajar para poder pagar este año el pienso de sus animales. También Felipe, pastor de Mansilla de la Sierra, quien en los trece primeros días del año ha sufrido tres ataques de lobo que le han dejado quince ovejas muertas. Y Vicente, ganadero de intensivo, a quien si le preguntas tiene un puñado de razones para desmontar la guerra de desprestigio que atraviesa el sector provocada por algunos colectivos. Y junto a ellos, en su tractor, Carlos pensará en qué maldito momento dejó de ser rentable tener 100 fanegas de cereal y trabajar 300 para poder vivir.

Y así, suma y sigue con cientos de agricultores y ganaderos a los que asuntos como la nueva PAC (que impondrá más exigencias a los agricultores y ganaderos por menos dinero); la competencia desleal facilitada por una normativa de la UE exigente con lo comunitario y laxa con lo de terceros países; unas políticas que facilitan el acaparamiento de tierras por la especulación o de viñas por las grandes bodegas; el nuevo estatus de protección del lobo; la falta de estrategia en la implantación de nuevos parques de energías renovables en La Rioja; o la dichosa burocracia que cada día va a más, temas que les están llevando a una situación límite.

Por eso, para todos ellos, salir mañana a la calle supondrá reivindicar cuestiones que son de justicia y de auténtica necesidad para solucionar los problemas del mundo agrario. Ya no les sirven más declaraciones de cariño de los políticos. Queremos eficacia y eficiencia en las soluciones y medidas que hay que poner urgentemente para atajar los problemas que tiene el sector y revertir la situación.

Para ello, reclamamos el cumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria, de tal forma que se cumpla, porque si no será un papel mojado más. Y cumplir significa que un producto agrícola se pague por encima de los costes de producción. También pediremos una PAC con mayor presupuesto, y que priorice la agricultura profesional. El control de las importaciones, en el que es de vital importancia que los productos que llegan cumplan las normativas vigentes en el interior de la Unión Europea. También un plan de choque ante el incremento de los costes de producción agrarios, con medidas como la bonificación del 35% en el IRPF del gasóleo y un 15% en los plásticos y fertilizantes, para hacer frente al incremento de costes. O la reducción de tarifas eléctricas que están ahogando a agricultores y ganaderos y aplicación de la doble potencia en el sector agrario, tal y como se recoge en la ley.

Y además estamos seguros de que no estaremos solos. Que todos los colectivos que trabajan en defensa del medio rural, y toda la sociedad riojana que tantos vínculos tiene con el sector agrario y con los pueblos, nos estará apoyando. Nos vemos mañana en la manifestación convocada bajo el lema 'Por un futuro con agricultores y ganaderos'.