Fiesta de la discordia

Los actos del 12 de Octubre vuelven a ser escenario del deterioro institucional y la preocupante degradación de la vida política 5

Domingo, 12 de octubre 2025, 22:53

La celebración institucional del 12 de Octubre volvió a certificar ayer el tóxico influjo que induce la polarización política en un país cuyos ciudadanos conmemoraron ... la fiesta nacional, en el caso de aquellos que la sienten como algo muy propio, o bien se limitaron a disfrutar del domingo si les suscita indiferencia o incluso animadversión. La madurez democrática de la sociedad española puede acoger las distintas sensibilidades presentes en su seno, pero sin que ello deba traducirse en expresiones de menosprecio hacia el Día de la Hispanidad que ejemplifica la identidad de millones de personas en el mundo o en plantes por quienes dirigen las instituciones concernidas; ni antes los presidentes independentistas de Cataluña ni ahora el lehendakari Pradales debieran olvidar la pluralidad de sus respectivas comunidades. Ha sido Santiago Abascal, no obstante, quien ha hecho más reseñable su ausencia este año en el palco de autoridades que acompaña en el desfile militar al Rey, un desplante impropio y nada edificante por más que el líder de Vox haya tratado de justificarlo asegurando que su objetivo era evitar «el blanqueo» del Gobierno «corrupto» de Sánchez. Si Alberto Núñez Feijóo erró al no acudir en septiembre a la solemne apertura del Año Judicial, la actitud de Abascal siguiendo la parada entre el gentío, parte del cual volvió a abuchear a Sánchez en un gesto reiterado que no cabe aplaudir, remite a una inquietante inclinación al populismo crecido por el auge en las encuestas de la derecha radical.

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No deja de ser censurable también, por otras razones, que el presidente del Gobierno abandonara la recepción en el Palacio Real sin cumplir en esta ocasión, y sin una explicación convincente, con la tradicional charla con los periodistas en los populares corrillos. Aun cuando pueda paliarlo en su viaje de hoy a Egipto para participar en la firma internacional del plan de plan para Oriente Próximo, la renuencia de Sánchez a responder a las preguntas de la prensa y ofrecer explicaciones, asimismo, en sede parlamentaria constituye otra preocupante evidencia del deterioro de la vida institucional y de la degradación de la política. Y el enquistado disenso que contaminó de nuevo el 12-O se reflejará este lunes en la imagen de un país que estará presente en suelo egipcio en una rúbrica que se ambiciona histórica sin que su presidente y el líder de la oposición hayan cruzado palabra al respecto, pese a coincidir en la solución de los dos estados para la convivencia de israelíes y palestinos.

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