Si vemos a través de las fotografías el proceso evolutivo que ha experimentado con los años, entenderemos (?) que el cambio de imagen lamentablemente es nefasto.
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En la vida todo cambia y consecuentemente nosotros cambiamos. Pero, si el cambio depende de nosotros... ¡que sea a mejor!
Hoy, aquel Espolón, con su encanto, lo hemos convertido en un solar donde se suceden continuamente ferias, exposiciones, mercadillos, degustaciones, catas, simposiums, etc.
Y como colofón a la chabacanez, tenemos la gloriosa y cutre plataforma delante de la Concha, que tras el disgusto que nos produjo verla a muchos, pensábamos era provisional. Pero nuestro Ayuntamiento, rotulándola a su estilo, nos ha aclarado que se queda como Bien de Interés Cultural en nuestra 'Pincho-Pote Square'.
¿Qué haríamos aquí si tuviéramos el Parque del Retiro, el Parque de María Luisa o Versalles?
Dios salve a Logroño y reparta buen gusto en este pueblo.
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