Sánchez es un acreditado superviviente que me recuerda cada vez más al protagonista de la letra 'Conductores suicidas' de Sabina: un tipo que anda sin ... despeinarse «por el agudísimo filo», un maestro en el difícil arte de no mojarse bajo un chaparrón. No se moja en las tormentas y tampoco se quema en incendios como el que provocó la ministra de Hacienda María Jesús Montero al asegurar que la cesión a Cataluña «ni es un concierto económico ni es una reforma al uso del sistema de financiación». Hubo pataleta de ERC y por eso de inmediato salieron otros dos ministros para corregir a su compañera; es difícil saber a qué juega este gobierno, si lanzan de repente mensajes como el de Montero para intentar sosegar a los descontentos, si buscan confundirnos a todos o si en realidad son simples improvisaciones en las que se revela que el único horizonte del Ejecutivo es el corto plazo y la supervivencia.
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Todo lo que rodea al acuerdo es grotesco empezando por el nombre (Concierto Económico Solidario) porque -junto a los sistemas del País Vasco y Navarra- en realidad este va a ser el último clavo en el ataúd de la solidaridad entre los territorios de España. Porque la foralidad es un vestigio feudal y sobre ella se sustenta el desarrollo de nuestros vecinos, y cuando alardean tanto de encarnar la vanguardia y la modernidad del país olvidan que sus privilegios representan una última reliquia del Antiguo Régimen; en La Rioja lo sabemos.
De vez en cuando conviene recordar que el déficit de las pensiones vascas lo pagamos los demás, y ese pequeño detalle, (igual que el coste por el incremento de la deuda) seguirá quedando fuera del acuerdo y así este nuevo escenario va a consagrar ya de forma definitiva un modelo confederal asimétrico. Es una fórmula injusta, está fuera de la Constitución y supone un paso más en el camino hacia la ruina de España: hay estudios que señalan que obligará a subir el tramo estatal del IRPF hasta en un 30% o habrá que recortar un 11% la financiación de las Comunidades Autónomas. Pero calma, el risueño sindicalista del fular Pepe Álvarez ha pedido tranquilidad y subida de impuestos; ya dejó escrito Maquiavelo que las injusticias se deben hacer todas a la vez.
Me gusta imaginar a Sánchez contemplando la tormenta desde su retiro lanzaroteño. No le salpica ni una gota igual que en la letra de 'Conductores Suicidas' que Sabina y Varona escribieron pensando en Manolo Tena. En 1982, ante la amenaza de un aguacero en pleno concierto de los Rolling Stones en Madrid, Tena se quitó la camiseta, la dobló tranquilamente y se la guardó en el bolsillo. Cuando dejó de llover se la puso de nuevo; era el único que estaba seco entre los miles de espectadores del Vicente Calderón.
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