El ministro de Trasnportes, Óscar Puente, a su llegada al último pleno del curso antes del parón estival. Efe

Óscar Puente, el 'látigo' de Sánchez

Cómodo en el choque en las redes sociales, su última salida de tono a cuenta de los incendios le ha privado, por primera vez, del respaldo cerrado de sus compañeros

Domingo, 17 de agosto 2025, 00:03

Señor Feijóo, de ganador a ganador ¿Por qué tiene usted más derecho a ser presidente del Gobierno que yo a ser alcalde de Valladolid?». Óscar ... Puente irrumpió en la política nacional como si Jim Carrey hubiera aparecido en la escena final de 'Casablanca'. De forma totalmente inesperada y frente a un Alberto Núñez Feijóo en fuera de juego. Era septiembre de 2023 y el líder del PP esperaba, en el día en que defendía su nonata sesión de investidura como ganador de las generales del 23-J, a un rival de su altura jerárquica. Ni siquiera le hubiera bastado el portavoz del PSOE, Patxi López. El objetivo era confrontar cara a cara con el presidente en funciones, Pedro Sánchez.

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El jefe del Gobierno sí había otorgado ese 'honor', en otra jornada grabada a fuego en la memoria del parlamentarismo español, a Ramón Tamames, cuando el otrora economista marxista decidió regresar al hemiciclo, tres décadas después, para protagonizar la aventura de ser candidato de Vox en una moción de censura también condenada al fracaso. Pero aquel día de otoño de hace casi dos años, Sánchez tenía otros planes reservados para dar la bievenida a Feijóo –que debutaba como diputado– a la Cámara baja.

En previsión de que se avecinaba una legislatura de alto voltaje, el líder socialista había calculado ese movimiento al milímetro: darle a Puente, ahora ministro de Transportes pero entonces parlamentario raso, el turno de palabra del grupo socialista para golpear a la oposición. Una estrategia del azote que ha acabado convirtiéndose en canónica en La Moncloa.

Ese día, muchos ciudadanos conocieron al exalcalde de Valladolid, también ganador de las elecciones municipales del 28-M y, al igual que el líder del PP, e incapaz de forjar una mayoría que posibilitara, en su caso, conservar el bastón de regidor. El golpe de efecto fue una sorpresa mayúscula para todas las bancadas del hemiciclo, incluida la suya. «Solo lo sabían cinco o seis personas», reconocían en el partido. Había nacido un ariete: «No nos preocupa la descortesía. Lo importante es que nunca se han dicho tantas verdades. Óscar ha sido una máquina quitanieves», celebraron los suyos.

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Licenciado en Derecho y 'sanchista' de primera hora –estuvo a su lado en las primarias que ganó a Susana Díaz–, sus compañeros elogian su capacidad de trabajo y de gestión y su habilidad para crear equipos. Un perfil que reforzó ante un público más amplio durante la gestión de las infraestructuras socavadas por la dana del 29 de octubre. Mientras el Gobierno central y la Generalitat Valenciana se lanzaban las culpas, Puente rebajó su habitual tono de combate en redes sociales para informar, casi al minuto, de las carreteras y vías de tren que su departamento iba reparado. Meses antes, en abril, durante los cinco días de reflexión que se tomó Sánchez para decidir si continuar o no al frente del Gobierno, su nombre había llegado a sonar como sustituto junto a los de María Jesús Montero y Pilar Alegría.

Esas cualidades que le atribuyen los suyos y le niega la oposición ya las había desplegado cuando desembarcó en la Alcaldía de su ciudad natal en 2015 gracias al apoyo de Valladolid Toma la Palabra y Sí se Puede. Acabó con 20 años de gobiernos de Javier León de la Riva (PP). Y aunque en 2019 fue capaz de reeditar el cargo, en las municipales la suerte no le sonrió. El ahora ministro de Transportes vivió una campaña agridulce y atípica tras romperse el cuádriceps de la pierna derecha en un fatal resbalón y los populares, con el apoyo de Vox, recuperaron el mando.

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Tuitero incansable

Su gestión al frente del Consistorio vallisoletano, como sucede ahora con los constantes retrasos y cancelaciones de trenes en el Ministerio de Transportes, no estuvo exenta de polémica. Siempre bajo la sombra de una sus grandes pasiones: el escaparate de las redes sociales, las mismas que ahora, durante los incendios en medio país, lo han vuelto a situar en el disparadero mediático.

El lunes por la noche, cuando la provincia de León ardía por los cuatro costados, publicó mensajes mordaces sobre los incendios forestales. Criticó al presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, por continuar de vacaciones en Cádiz mientras su comunidad ardía. En uno de sus tuits, sugirió que Mañueco podría «echarle una mano» a Juanma Moreno, su homólogo de la Junta de Andalucía, en referencia al fuego desatado a esas horas en Tarifa. Los populares le exigieron la dimisión y una petición de «perdón». Él afirmó que tiró de «ironía y sarcasmo» y no se retractó, aunque sí borró antes uno de los mensajes. Esta vez, ningún ministro salió a defenderlo, hasta que encontró amparo en Félix Bolaños, con quien compareció en plena polémica para reafirmarse en que piensa dar un paso atrás en su cruzada contra «la fachosfera».

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De gatillo retórico fácil, no es la primera –ni será la última– polémica tuitera que ha librado Puente. Además de sus recurrentes rifirrafes con políticos y periodistas, en 2019 protagonizó otro con Rosalía, entonces estrella al alza, al contar en Twitter que la artista le había pedido 500.000 euros por un concierto. Ella lo desmintió.

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