Imagen del pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), al fondo la presidenta Isabel Perelló. R. C.

El CGPJ se fractura entre duras acusaciones a Perelló y un vocal anuncia su dimisión

El reparto de comisiones del bloque conservador con un consejero propuesto por Sumar sacude el órgano solo un año después de renovarse

Viernes, 24 de octubre 2025, 10:32

Ruptura total entre los vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) apenas un año después de comenzar el nuevo mandato tras salir del largo ... bloqueo institucional. En un comunicado, nueve de los diez consejeros del llamado bloque progresista señalaron ayer a la presidenta del Consejo y del Tribunal Supremo, Isabel Perelló, por encabezar «la ruptura del mandato del consenso» después de que este jueves el sector conservador ganase el apoyo de otro vocal progresista para el reparto de las comisiones clave en el CGPJ. Una «decisión estructural» y «determinante» para el equilibrio interno del gobierno de los jueces.

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Los vocales discrepantes denunciaron «la exclusión de su bloque», lamentando que Perelló -encuadrada también en el progresismo a lo largo de su carrera- haya «encabezado» esa división tras haber «ignorado» al 45% del pleno. La decisión llega después de que el ala conservadora y Carlos Hugo Preciado, propuesto por Sumar, lograsen sacar adelante, con el apoyo de la presidenta, su propuesta conjunta para renovar las comisiones; entre ellas la Permanente, órgano ejecutivo clave del Consejo, que ha quedado en manos conservadoras.

Ambos bloques, empatados teóricamente con diez consejeros cada uno, y a los que se suma Perelló, acordaron verbalmente con la llegada del nuevo CGPJ en septiembre de 2024 que las comisiones se renovarían con carácter anual, pero manteniendo el equilibrio de poder. De modo que cuando un sector tuviera mayoría en una comisión, la presidencia de la misma recaería en el otro.

Ante esta situación, los vocales progresistas han sostenido que la decisión adoptada el jueves «reviste especial trascendencia institucional», ya que la renovación de las comisiones se trata de una decisión «determinante» para «el equilibrio interno y el correcto desempeño de sus funciones». «Durante el primer año del mandato, el Consejo había logrado un funcionamiento basado en la cooperación, el respeto y la corresponsabilidad», explicaron.

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Ese modelo, que se basaba en el «diálogo y la transparencia», permitió «un año de trabajo estable», con 160 nombramientos judiciales y «un clima de confianza interna inédito en etapas anteriores». Pero la paz saltó por los aires en el pleno que abordó la renovación de las comisiones.

En el orden del día figuraban las propuestas de ambos bloques y del vocal Preciado, que incluían únicamente los nombres de cada grupo, al no haberse alcanzado un acuerdo previo. Sin embargo el jueves, según los progresistas, la presidenta exigió «subsanar» la propuesta de este sector para incluir a todos los miembros, después de que el bloque conservador presentara una lista cerrada que ya incorporaba también los nombres del otro bloque, sin consulta ni comunicación previa.

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Una jugada de 15 minutos

Entonces, se concedieron «apenas 15 minutos» para rehacer la propuesta. Finalmente, se aprobó la lista presentada por el vocal Preciado, «idéntica a la del bloque conservador» y apoyada por la presidenta. Para los vocales progresistas, «el resultado no puede considerarse consensuado», ya que otorga a Preciado una representatividad equivalente a la de un grupo propio, «quebrando cualquier regla mínima de equilibrio interno», denunciaron.

Tras el desacuerdo manifiesto en el pleno, uno de los vocales clave del sector progresista, José María Fernández Seijo, manifestó a la presidenta su deseo de dimitir. El vocal es uno de los principales negociadores de los progresistas, pero tras la «ruptura del consenso» trasladó a Perelló su tremendo malestar. Su salida está ahora en manos de la presidenta del CGPJ y del Supremo.

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El objeto de deseo y el fondo de la disputa es la composición de la Comisión Permanente, la «sala de máquinas» del Consejo que hasta la fecha contaba con tres vocales progresistas -Preciado, Esther Erice y Bernardo Fernández- y otros cuatro conservadores -Alejandro Abascal, Eduardo Martínez Mediavilla, Pilar Jiménez e Isabel Revuelta- bajo la presidencia de Perelló. Ésta quería que Preciado se mantuviera al ver en él un aliado al margen de la política de bloques.

Con todo, el acuerdo implica que en la Permanente seguirán Preciado y Fernández junto a Argelia Queralt, que entra en sustitución de Erice, y, por la parte conservadora, continuarán Abascal, Martínez y Revuelta mientras que Jiménez queda reemplazada por su compañero Carlos Orga.

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