Los radares fijos 'cazan' a 31 conductores al día en Logroño, 28 en la circunvalación

Los datos de la Unidad Técnica de Igualdad y Convivencia del Ayuntamiento dan cuenta de la totalidad de expedientes sancionadores abiertos por exceso de velocidad –detectados por cinemómetros estáticos, que precisamente están siendo reforzados con hasta seis nuevas localizaciones–, 10.309 de ellas en la LO-20, lo que supone algo más del 91% del global.

La actividad de los radares fijos, que desde hace años se ha venido manteniendo estable en hasta siete puntos urbanos (tres de ellos en ambos sentidos, de los cuales uno tendría hasta una tercera carcasa), supera la de los móviles (que en teoría pueden rotar por cualquiera de los tramos susceptibles de ser controlados), y parecen ser la apuesta clara de cara al futuro.

Las cifras policiales constatan un año más a uno de los dos radares de la circunvalación como el que más multa, concretamente el situado en el entorno del Parque de Bomberos. Así, el cinemómetro del punto kilométrico 10,900 de la LO-20 es el más activo, con hasta 6.267 denuncias en 2022; seguido del localizado en la misma vía, aunque en el 6,500, en el puente de los Tirantes, con 4.042. Dos cabinas que siempre contienen equipo...

Ya en el interior de la propia ciudad, los radares ubicados en la avenida de Madrid están a la cabeza, con 619 infracciones detectadas en ambos sentidos; y luego los de Lobete, con 233 sumando sus tres ubicaciones. Por último, aparecen las 164 sanciones de los dos en Duques de Nájera (también en ambos sentidos); y ya sin actividad, a tenor de la ausencia de multas, figuran los de Madre de Dios y de General Urrutia.

Desde el Ayuntamiento se recuerda que, hasta el pasado ejercicio, la Policía Local contaba para la vigilancia y el control de la velocidad en la ciudad con cinco equipos fijos destinados a ser instalados en las hasta once cabinas existentes (que ahora pasarán a ser ocho y 15, respectivamente): dos en la avenida de Madrid, uno a la altura del número 180 en sentido Soria y otro en el número 171 en sentido Logroño; tres en la avenida de Lobete, uno en el número 11 en sentido Colón, otro en el número 9 en sentido Piqueras y otro en el número 26 en sentido Obispo Fidel García; uno en Madre de Dios, entre los números 38 y 40 en sentido San Millán; uno en General Urrutia, en el número 7 en sentido Diversidad; dos en Duques de Nájera, uno en el número 19 en sentido Chile y otro en sentido República Argentina; y dos en la LO-20, uno en el punto kilométrico 10+900 y otro en el 6+500 en la circunvalación.

A ellos, además, se les une el radar láser operado por los propios agentes, que rota por cualquiera de los tramos señalizados como susceptibles de ser controlados... o no señalizados, que también se pueden vigilar, aunque parece que el 2022 se tiró de los fijos prescindiendo del portátil por diferentes circunstancias. Salir, en cualquier caso, salió, registrando unas 400 multas cuando lo normal en ejercicios anteriores era el triple, según Héctor Ruiz, nuevo comisario jefe.

Agosto, septiembre y octubre, según las estadísticas oficiales, fueron los meses en los que se tramitaron más sanciones. La evolución de las mismas, en cualquier caso, no marca tendencia alguna. La realidad reflejada en los últimos años, de hecho, es la de subidas y bajadas constantes sin que la propia Administración local haya ofrecido nunca explicación alguna a una línea que se va alargando en los gráficos con el paso del tiempo con continuos dientes de sierra.