El Logroño de todos con letra de rótulo

La ciudad se puede leer de muchas formas, y una de ellas es a través de sus rótulos –comerciales por lo general–, que la hacen única e irrepetible. Así lo han comprobado hoy quienes han participado del 'paseo tipográfico' que con la calle Portales que como escenario principal ha servido para ofrecer una lectura del Logroño de ayer –y de hoy– con sus letreros como protagonistas.

Un recorrido 'comentado' por los establecimientos del Casco Antiguo de la capital con cartelería 'singular' incluida dentro de la muestra 'Abierto por ilusión' que hasta el próximo 6 de marzo puede visitarse en la sala de exposiciones del Ayuntamiento de Logroño y en la sala pequeña de la Escuela Superior de Diseño de La Rioja.

No son todos los que están ni están todos los que son, pero aunque casi siempre se cumple aquello de que una imagen vale más que mil palabras, en ocasiones, como ésta, la combinación de ambas ha dado lugar a casi dos horas que han comenzado por la golmajería 'La Golosina' y han acabado en el bar 'Iturza' haciendo escalas aquí y allá con parada incluso en la concatedral de La Redonda y la vieja sede de Correos hoy convertida en hotel por Eurostars.

«Cualquier elemento artístico, caso de los rótulos, es fruto de una época, nos cuenta cosas de la misma y, además, forma parte de nuestra memoria emocional, de nuestra historia vital que si nos lo roban, es como si nos robasen algo que nos pertenece», ha explicado el profesor de Lettering en la ESDIR, José María Lema.

Lema ha ido dando cuenta de las tipografías que a lo largo de los años han sido utilizadas para «atraer nuestra atención», algunas de las cuales han logrado sobrevivir convirtiéndose en «elementos que preservan nuestra identidad diferencial». Letras que incluso se remontan a tiempos mediavales –como en las paredes de las iglesias–.

«La ciudad es como un curioso libro. Se cuenta a sí misma a través de múltiples y diversas gráficas», puede leerse en la exposición organizada por el estudio Lles y coordinada por el diseñador Gabriel Santolaya y el arquitecto José Miguel León, presentes en el paseo que tendrá que repetirse tras llenar las plazas previstas y quedarse otras tantas 'fuera'.

Un recorrido que ha hecho especial hincapié en las «letras dibujadas, pensadas especialmente para ese negocio en cuestión y que, por tanto, no existen en ninguna otra parte». «La rotulación en esta parte del Casco es pintada a mano, obras únicas de artistas desaparecidos que precisamente hacen que no vuelvan a reproducirse frente a las que podemos ver en comercios más modernos», ha explicado Lema.

Logroño carece en la actualidad de normativa alguna que obligue a la conservación o protección de elementos singulares tales como escaparates, rótulo incluidos. El profesor de la ESDIR ha concluido diciendo al respecto que, afortunadamente, la sensibilidad al respecto ha cambiado y cada vez son más las voces que inciden en reconocer el valor patrimonial e históricos de los mismos. «Solo así se retrasará el que las ciudades sean cada vez más uniformes llenas de Starbucks de Amazon», ha advertido.

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