Fachada con la inscripción. L. R.

La inscripción franquista de la torre norte de La Redonda ya tiene su «placa explicativa»

Patrimonio acordó no eliminar la leyenda para evitar deterioros en la piedra, que se limpiará y ya hace mención de acuerdo con la ley

Javier Campos

Logroño

Jueves, 28 de septiembre 2023, 20:51

'Por decisión unánime del Consejo superior de patrimonio cultural, histórico y artístico de La Rioja, para evitar su deterioro «dado que concurren razones artísticas ... en un bien de singular valor», en aplicación de la ley de memoria democrática 20/2022, se mantiene la inscripción ubicada en esta torre'.

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Así reza la «placa explicativa» colocada bajo la inscripción franquista existente en la torre norte de La Redonda, con la que la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, y con el informe «favorable» de Patrimonio, da por cumplida la Ley de Memoria Democrática en lo que a la concatedral se refiere.

Y ello tras rellenar con masilla el nombre de José Antonio Primo de Rivera, que ha dejado de verse en la fachada sur, la que da a Portales, y actuar según lo previsto con la existentes en la que da a la plaza del Mercado.

Se trata de una leyenda de gran tamaño, que ocupa aproximadamente una superficie de unos cuatro metros de lontiud por 1,5 de anchura, cada vez menos legible, para la que tras analizar las posibles soluciones se ha entendido que la menos lesiva es proceder «estrictamente la limpieza de la fachada, retirando las pintadas que localizan y llaman la atención sobre la existencia de la inscripción» y, además, ubicar una placa explicativa al pie de la misma, «cumpliendo en todo caso lo dispuesto en la Ley.

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Y es que es precisamente la norma la que permite «incorporar una mención orientada a la reinterpretación de dicho elemento conforme a la memoria democrática» en el caso de que concurran razones artísticas o arquitectónicas que obliguen al mantenimiento de los referidos elementos, como es el caso según Patrimonio.

Una «placa explicativa», como ha sido calificada, colocada de forma centrda en uno de los sillares, adherida sin anclajes y sin superar unas dimensiones aproximadas de 24 por 24 centímetros; a la espera, eso sí, de limpiar la pintura que, en señal de protesta, acompaña desde hace años la fascista leyenda.

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