Las mil historias del Sagasta

El centro reabre sus puertas en un edificio que en 125 años ha visto pasar casi de todo: desde asesinos a militares pasando por reyes, dictadores y hasta algún toro

Víctor Soto

Logroño

Lunes, 6 de febrero 2023

Las puertas del instituto Sagasta se abren de nuevo para recibir alumnos. Como lo ha hecho durante casi 125 años, el edificio de la Glorieta ... del Doctor Zubía acogerá profesores, estudiantes, clases, amores, desamores, sueños, sobresalientes y suspensos. Y volverá a ser el faro educativo que siempre fue. La universidad de La Rioja cuando no había universidad, el museo cuando no existía museo, el epicentro de la vida civil, el marco de celebraciones y eventos, el corazón de una ciudad de provincias con aspiraciones.

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Eso y mucho más. Porque desde que las puertas que dan a Muro de Cervantes (antes Muro del Siete) se abrieron en 1899 muchas cosas han ocurrido tras sus muros. Y no siempre de carácter pedagógico.

Hospedaje real, sede de concursos agrícolas, lugar donde se dictó la última condena a muerte de La Rioja, acantonamiento de las tropas italianas durante la Guerra Civil, observatorio meteorológico, biblioteca regional, improvisado coso taurino… Anécdotas que, hilvanadas, dan muestra de una historia apasionante.

  1. I

    Carmelitas Descalzos

    Un cementerio a sus pies

magen del convento de los Carmelitas Descalzos. ARCHIVO JERÓNIMO JIMÉNEZ

Las casas se empiezan por los cimientos. Y hurgando en los del instituto se hallaron, además de restos de la muralla carlista, las tumbas de más de doscientos religiosos de los Carmelitas Descalzos que, durante casi tres siglos, moraron el convento que acabó reconvertido en centro educativo y, tras su demolición, en el edificio con la estructura que hoy conocemos. Reposar bajo un instituto, con su peculiar ritmo hormonado y juvenil, no debe parecerse a la paz eterna. Pero hasta ahora no ha habido quejas.

  1. II

    Alfonso XIII

Imagen del dormitorio real donde pernoctó Alfonso XIII. La ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA

Apenas tres años después de su inauguración, el edificio se convirtió en improvisado palacio real. La llegada recién coronado Alfonso XIII obligaba a Logroño a ofrecerle el más grande, suntuoso y cómodo alojamiento que estuviera a su alcance. Y ese era el instituto. Del 31 de agosto al 3 de septiembre de 1903, el monarca hizo del edificio su casa. Dormía en el aula de plástica, ricamente engalanada y con todas las comodidades de la época; y comía en el museo de reproducciones (acostumbrado a obras de arte originales, tal vez le sorprendiesen las copias) donde también recibía a las visitas. Incluso desde sus ventanas vio los fuegos artificiales con los que la ciudad le obsequió.

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  1. III

    No solo clases

    Las puertas del baptisterio de Florencia

Museo de Reproducciones y de Arte Moderno en 1915. MURO

El Instituto de Segunda Enseñanza debía cumplir una labor educativa completa. No solo se impartían clases. El edificio era la puerta de entrada a la ciencia y las artes. Y, en este segundo campo, las reproducciones artísticas se convirtieron en una parte fundamental. Durante décadas, gracias al esfuerzo de Sagasta y de Amós Salvador, primero, y de otros responsables educativos y municipales después, se enriqueció este patrimonio hasta formar el Museo de Reproducciones y de Arte Moderno.

Pero, ¿qué contenía? Pues sin salir de Logroño se podían observar (y tocar) las puertas del baptisterio de Florencia, el Apolo de Belvedere, el Laoconte, la Cantoría de Luca della Robbia… y decenas de grabados y obras contemporáneas prestadas por los museos nacionales. También el Gabinete de Ciencias Naturales, que engloba la herencia científica del Doctor Zubía y otras colecciones, fueron la primera invitación a la investigación para muchos riojanos.

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  1. IV

    Ciencia

    La radiactividad, ¿eso qué es?

Sesión inaugural del Congreso de Radiactividad en Logroño. ABC

A finales del siglo XIX comenzaban a desenmascararse los grandes secretos de la radiactividad. Y los conocimientos científicos se divulgaban abriendo caminos hasta entonces inexplorados. En España, Madrid acogía la formación en este campo hasta que José Muñoz del Castillo, un antiguo catedrático del instituto convertido en uno de los referentes en esta materia, trajo en 1916 a Logroño las primeras jornadas científicas fuera de la capital.

La radiactividad aplicada a los cultivos o las mejoras en el rendimiento de la vid mediante abonados especiales (Muñoz del Castillo había sido uno de los hombres de ciencia que más luchó contra la filoxera décadas antes) fueron algunos de los temas tratados ante un público atónito. Con experimentos y pruebas de campo, cientos de profesionales se formaron durante unos años gracias a estas acciones promovidas por el Instituto de la Radiactividad.

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  1. V

    Exposición de Frutas de la Comarca

    Calabazas en todos los sentidos

Diario LA RIOJA informó prolijamente de la muestra. L.R.

Durante décadas, cientos de alumnos han encarado cabizbajos las escaleras de salida del instituto con la mochila llena de calabazas. Lo que no sabían es que, antes que ellos y en esas mismas aulas, las verdaderas cucurbitáceas, enormes y lustrosas, eran exhibidas en la bautizada como Exposición de Frutas de la Comarca. Se trataba de una de las atracciones de los sanmateos de 1916. Frutas, hortalizas, plantas y plantones se repartían por el edificio provocando la admiración de la nutrida concurrencia, tan nutrida que el Ayuntamiento tuvo que prolongar un día la muestra.

Había premios, además de entrada: 0,25 pesetas. Y en ese 1916 también un concierto del Regimiento Cantabria en una galería del instituto. Eso sí, a los hortelanos se les advertía que para el 27 de septiembre todos los productos debían estar empaquetados y recogidos porque los chavales debían entrar a estudiar al día siguiente. Y ya se iban a llevar bastantes calabazas, como para encontrarse con más.

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  1. VI

    Gripe

Medidas de 1918, muy parecidas a las de un siglo después. L.R.

La gripe de 1918 también se notó en el instituto. Un siglo antes del coronavirus, la enfermedad provocaba que las autoridades clausurasen las aulas del centro entre finales de septiembre y el 12 de noviembre. Eso sí, los bares y cafeterías siguieron abiertos siempre que estos pudieran ser «convenientemente desinfectados» y contasen con «buena ventilación». Leer en el Diario LA RIOJA de 1918 que «estas medidas bastarán seguramente para limitar la epidemia que si bien tiende a adquirir gran difusión y ocasiona algún fallecimiento es relativamente benigna y no da motivo para que cunda la alarma, siendo de esperar que a corto plazo haya desaparecido» es asomarse de nuevo al inicio de la pandemia de COVID-19. Y da vértigo.

  1. VII

    Obras

    Llegan los italianos

Militar italiano a las puertas del centro en 1937. L.R.

Durante más de una década el edificio sufrió diferentes e interminables obras de reparación (tras su suntuosa e imponente presencia se escondían unos materiales de baja calidad) y saneamiento (calefacción, agua caliente…). Y cuando se proyectaba el traslado de la biblioteca de la planta alta a la ubicación que conocemos actualmente, estalla la Guerra Civil. Separación de sexos, crucifijos en las aulas, depuración de profesores… Y un nuevo uso. Apenas unas semanas después del golpe de Estado, el gobernador civil pide a la dirección del centro que se disponga el edificio para alojamiento de tropas.

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Militares italianos, en concreto, que debieron de sentirse muy cómodos porque trece meses después, una misiva inversa pide a Gobernación saber cuándo se marcharán estos acuartelados, que se habían convertido en unos inquilinos incómodos para el desarrollo de las clases. Finalmente cogen sus bártulos y la educación, muy distinta a la de hace solo dos años, vuelve a ser protagonista.

  1. VIII

    Crimen

'Satanás' junto al policía Félix Larrea. L.R.

El 28 de noviembre de 1946, entre Navarrete y Entrena, José García Barriobero 'Satanás' asesinaba a golpes a Jesús López, tratante de ganado conocido como 'El Gallego', y le robaba 5.775 pesetas. Un crimen que conmocionaba una región aparentemente tranquila y que luego novelaría Marcelino Izquierdo en 'La pasión según Satanás'.

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Un año después, García Barriobero se sentaba en el banquillo de los acusados. Y lo hacía en la biblioteca del instituto porque los juzgados de la ciudad estaban en pleno proceso de construcción. Logroño se asomó como pudo a una vista multitudinaria en la que el tribunal presidido por Ignacio Sáenz de Tejada condenaba a garrote vil al asesino entrenero. La pena se cumplía el 1 de diciembre de 1948 y el nombre de 'Satanás' quedaba ineludiblemente unido a la historia negra del centro.

  1. IX

    Visita

    Franco también estuvo aquí

Visita de Franco a la exposición donde vio los hitos de su gobierno en La Rioja. ENSEÑAT/L.R.

El 16 de octubre de 1954 Franco visitó el instituto. El viaje, programado para la coronación de la Virgen de Valvanera, estuvo acompañado de numerosos actos. Y uno de ellos fue acudir a la denominada 'Exposición de obras provinciales'. Así, Franco visitaba una muestra en la que el gobierno franquista recopilaba y exhibía todo lo que el gobierno franquista había hecho por La Rioja. Una anáfora muy propia de esos tiempos.

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  1. X

    Sucesos

    Un cigarro que pudo acabar en tragedia

Información sobre el fuego ocurrido en mayo de 1960. L.R.

El 9 de mayo de 1960, un descuido pudo acabar en tragedia. A las 18.45 horas, en el aula seis del centro, José María Millán impartía su clase cuando, bajo las gradas donde se sentaban los alumnos, comenzaron a salir llamas que pronto alcanzaron enormes proporciones. Todos huyeron en estampida y no hubo daños personales. La rápida intervención de los bomberos evitó una desgracia mayor en un edificio por aquel entonces con mucha carga de madera y muy susceptible al fuego.

Desde el principio se sospechó que la pavesa del cigarrillo de un alumno (sumada a la basura que se acumulaba bajo el graderío) había provocado el fuego. En 2011, durante una visita al centro antes de su cierre, un exalumno reconocía al entonces equipo rector que su pitillo había sido el causante del incendio y de unas obras posteriores que se alargaron durante casi un lustro.

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  1. XI

    Fiestas

    ¡Eh, eh, toro!

Toreros, vaquilla y público en las ventanas en 1965. i.P.M.S.

Las fiestas de Santo Tomás han sido vividas en el instituto con gran fervor (fervor cada vez menos religioso y más lúdico). Los patios se convertían en improvisados restaurantes donde comer paellas y beber. Pero no solo eso. En alguna ocasión hasta hubo vaquillas. De 1965 queda esta imagen de unos improvisados toreros ante una res que accedió en el instituto por la puerta que da a la glorieta del Doctor Zubía. Habría que saber cómo entró, cómo salió y, sobre todo, cómo se permitió una suelta de reses en el centro. Pero eran otros tiempos y la imagen queda para la historia. Olé.

  1. XII

    Denominación

    Por fin Sagasta en el nombre y de nuevo en la glorieta

Instituto y jardines, con Sagasta en su alto pedestal. ARCHIVO MUNICIPAL
Reinauguración de la escultura, en su nueva ubicación y con su pequeño pedestal. L.R.

Mucho hicieron Sagasta y su sobrino Amós Salvador por el instituto. Tanto que, en 1975, tras diversas denominaciones (Instituto Riojano, Instituto de Segunda Enseñanza de Logroño, Instituto Nacional de Segunda Enseñanza o Marqués de la Ensenada), el nombre del prócer camerano por fin se colocó en el frontispicio del centro. Y, poco después del cambio nominal, también Sagasta vuelve a aparecer junto al edificio. No frente a la entrada ni en su altísimo pedestal, como estuvo hasta que en 1938 lo trasladasen al otro lado del Ebro para caer, en 1941, al lecho fluvial presa de unos franquistas exaltados. Volvió la estatua para ubicarse en un sitio más discreto, junto a Muro del Carmen, en un pedestalillo que, al cabo de los años, fue sustituido por otro que ponía de nuevo a Sagasta por encima del resto de paseantes.

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  1. XIII

    Miniciudad

    A la pelota y perdiera

Estudiantes en el pequeño frontón del centro, que no llegó al siglo XXI. I.P.M.S.

El Sagasta era una miniciudad en sí misma. Cementerio subterráneo, cantina, casa del conserje, biblioteca, museo, capilla… y hasta frontón. Porque desde 1966 hasta 1995 el centro contó con un pequeño y bajo frontón que acabó perdiendo en la batalla con la asignatura de Tecnología. Se necesitaba un aula para esta disciplina y el sacrificado fue el coqueto y recordado recinto deportivo. Y, curiosamente, el profesor de Tecnología que decretó su fin era al mismo tiempo el presidente de la Federación Riojana de Pelota. Cosas tiene la vida.

  1. XIV

    Especialidad

    Los más internacionales

Uno de los primeros cursos del Bachillerato Internacional. L.R.

Desde el curso 1986/1987, el Instituto Sagasta imparte el Bachillerato Internacional. Tras el Ramiro de Maeztu, el centro logroñés estuvo entre los tres primeros públicos de España en ofrecer esta especialidad que pretende abrir las puertas de universidades internacionales a sus alumnos a cambio de un mayor esfuerzo e implicación. Tres décadas después, sigue siendo una de las joyas del centro. Muchos riojanos se formaron en este bachillerato en el que los idiomas eran otra de sus claves, algo que ahora nos suena común pero que entonces era novedoso.

  1. XV

    Obras

    Despedida y cierre... hasta ahora

Despedida en 2016 del Sagasta, que se fue arropado por miles de personas. JUSTO RODRÍGUEZ

El 29 de junio de 2016 miles de personas despedían un Sagasta que se caía a pedazos. El sueño compartido (y lleno de dudas) era que se reabriese lo antes posible. La licitación se tramitó justo un año después y las previsiones apuntaban a que estuviese en funcionamiento para el curso 2020/2021. Seis años después, tras casi 23 millones de inversión y bastante retraso, se desvela la nueva cara de un instituto de futuro pero con un pasado inolvidable.

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