El futuro verde que se le planifica a El Corvo
El monte que estuvo a punto de alojar 3.000 viviendas se prepara para convertirse en parque público | Buena parte del suelo preciso para el futuro parque es de LMB, una de las empresas que promovía en la 'ecociudad'
La cumbre, de 490 metros, está ubicada al NW de la ciudad de Logroño, en la margen izquierda del río Ebro, bien visible desde la ... capital, dice del monte El Corvo Mendikat, una web de referencia en cumbres peninsulares. Y también apunta que su emplazamiento, en un entorno urbano e industrial, sumado a su intenso uso como pista de motocross, hace que sean incontables las sendas que posee y que su entorno se encuentre estigmatizado y degradado. Tal cual.
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El futuro de este cerro ha vuelto estos días a primera línea. Hace unas semanas, porque ante la revisión de las directrices del Plan General Municipal, el regionalista Rubén Antoñanzas hizo público su temor a que se pretendiera una actividad constructora en la zona. Y después a través del propio alcalde, Conrado Escobar, que en una entrevista a este diario adelantó lo que después fue su anuncio estrella en el debate sobre el estado de la ciudad, su intención de convertir el monte en un gran parque municipal de 60 hectáreas.
Lo primero, por tanto, es conseguir el suelo que está en manos privadas, según se anunció en la principal cita del pleno municipal de cada año (excepto los electorales). ¿Cómo? Desde el Consistorio hablan de la vía de la expropiación –esta semana seguían haciéndolo– y de que ya se está analizando el valor de las parcelas. Había una previsión que quedó planteada allá por 2003 por Javier Martínez Laorden, alto responsable técnico municipal en materia de Urbanismo durante años, por la que esos suelos serían de adquisición preferente, recordó en su momento el primer edil, quien además mencionaba que ahora queda por delante la revisión del Plan General.
Mirador, reforestación...
Pero el trabajo que se está realizando en el área técnica municipal tiene dos direcciones. Por un lado, la obtención del terreno y, por otro, qué hacer con él y que incluye cuestiones como los accesos y las conexiones del monte y del futuro parque con El Campillo y otros espacios de Logroño y cómo organizar circuitos ciclopeatonales. Ya se han previsto caminos que van de los 3,5 a los 5 kilómetros.
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La forestación y reforestación basada en vegetación autóctona es otra de las líneas de actuación que se prevén, así como la adecuación de un mirador que posibilite una perspectiva skyline de la ciudad. Por fin, también se contempla la dotación de mobiliario urbano y el establecimiento de zonas de picnic.
Mirador, reforestación con vegetación autóctona y circuitos ciclo-peatonales figuran en el proyecto que se está elaborando
Lo que se busca es que resulte un entorno visitable, accesible y amable que sea no solamente un mirador, señalaba el propio alcalde, que enmarca esta intervención dentro de lo que llama Logroño Circular y de un plan que prevé un anillo verde circular de 27 kilómetros que rodee la capital de La Rioja. Con tiempo, eso sí. La estrategia es a 25 años.
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En cualquier caso, hacía tiempo que no se reparaba en esta cima más allá de quienes la recorren con sus motos.
La no nata ecociudad
Desde aquellos años en los que se planeaba una 'ecociudad' para la misma, que llegó a tener junta de compensación y las parcelas definidas, pero que acabó con la renuncia de su impulsor, el Gobierno riojano, tras la sentencia del Tribunal Supremo que anuló, en 2012, la declaración de interés regional por lesionar la autonomía municipal .
Eran cientos de viviendas en bloques de once alturas, placas fotovoltáicas, aerogeneradores... «Una gran oportunidad», decían sus defensores. «El pelotazo urbanístico de la historia de La Rioja», replicaban sus detractores. El frecuente choque entre las administraciones regional y municipal, sí, también cuando son del mismo signo político, fue poco menos que de trenes.
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El proyecto de la «ecociudad» nació en los últimos años del boom inmobiliario, cuando el órgano regional correspondiente acababa de paralizar una modificación del Plan General Municipal logroñés con la clasificación de suelo para construir 50.000 viviendas en la capital, buena parte de ellas en el sur de la misma.
La iniciativa, de casi 3.000 viviendas, impulsada por el Ejecutivo autónomo, se planificaba sobre el suelo rústico de El Corvo, calificado de interés paisajístico en el Plan General Municipal y se presentó como un proyecto innovador de interés regional, de manera que se puenteaba la competencia urbanística del Ayuntamiento para que recayera en el Gobierno regional.
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Detrás, el enfrentamiento de la entonces vicepresidenta, Aránzazu Vallejo y el hasta el año 2007 alcalde logroñés, también del PP, Julio Revuelta. Los dos acabaron fuera de la primera línea, uno antes que la otra, tras la batalla.
En 2007, el socialista Tomás Santos, en coalición con el PR, se hizo con la Alcaldía de Logroño y, junto a la Asociación de Empresas de la Construcción (CPAR), recurrió todos los trámites administrativos que seguía la ecociudad. Ganaron.
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Al fin, Progea, una de las empresas que se embarcó en aquella iniciativa, acabó reclamando indemnizaciones, parte de las cuales se le reconocieron. Y la otra, Luis Martínez Benito (LMB), sigue siendo propietaria de buena parte del suelo que ahora hace falta para desarrollar el parque municipal, confirman desde el Consistorio.
Escombros contemporáneos más que restos arqueológicos
Un estudio arqueológico de la empresa ArqueoRioja, entregado a Cultura en diciembre de 2008, detallaba que hasta la década de los 70 existían en la cumbre del monte restos de una fortificación.
Incluso hablaba el documento de una planimetría, fechada en 1968, que mostraba la existencia de una torre cuadrada, con un doble recinto amurallado y unas dependencias. Pero en 1973, durante una inspección, se detectó que se había llevado a cabo una explanación del cerro debido a un entonces previsto proyecto de urbanización, recogía también la memoria. En el trabajo de campo que se llevó a cabo en 2008, los arqueólogos constataron la antigua actividad extractora y la ausencia de restos de estructuras que pudieran relacionarse a la antigua fortaleza. «En las laderas del monte los únicos restos son de escombros contemporáneos», decía el trabajo.
Por ello, los arqueólogos de la citada empresa, que puntualizaban en la comparecencia que protagonizaron que su análisis fue previo a que se agriara la polémica relacionada con la famosa 'ecociudad', consideraron que el yacimiento se encuentra prácticamente desaparecido, al 99%, aunque recomendaban que en caso de obras se supervisara la remoción de tierras.
En cualquier caso, dado el enconamiento llegó a darse entre las partes –Gobierno y Consistorio– en aquellos momentos, el Ayuntamiento exigía una excavación arqueológica «seria» en el monte El Corvo para catalogar los restos que se encontraran antes de iniciar cualquier actuación urbanística. Para el Consistorio, reconocer que el yacimiento estaba «prácticamente desaparecido» suponía el reconocimiento de la existencia de los restos prerromanos y medievales, que podrían haberse perdido por un «descuido progresivo».
Motos y vertederos
Después de aquellos tiempos turbulentos para El Corvo, los que fueron entre 2007 y 2012, el monte apenas sí ha sido noticia por las competiciones deportivas que se han organizado en torno al mundo de las motos o por la detección en sus proximidades, cada año, de vertederos incontrolados con todo tipo de residuos.
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