La esperada conexión de las calles Irlanda y Rumanía ya es realidad en Valdegastea

Las obras, adjudicadas por el PSOE el pasado mandato, comenzaron a ejecutarse ya éste sin las polémicas en las que al mismo tiempo se vieron envueltas otras intervenciones como la remodelación de la calle Sagasta, el carril bici de avenida de Portugal o Duquesa de la Victoria en el mismo eje ciclista. Las mismas, además, junto a la reurbanización de las calles El Horno y La Brava, y la plaza que se ubica entre ambas en la Villanueva, se incluían en el listado que la Administración local, en plena campaña electoral el pasado mayo, anunciaba para el siguiente junio.

«Con la prolongación de calle Irlanda, tras un largo proceso que ha incluido la expropiación de los terrenos, el vecindario de Valdegastea podrá ver materializada una de sus principales demandas actuales», se explicaba entonces, si bien comenzaron en julio. Una obra que, visto lo visto, el nuevo gobierno local entendió que no suponía polémica alguna y se ha ejecutado siguiendo el proyecto inicial.

Así, la prolongación de la calle Irlanda fue adjudicada en enero a Orizon Constructora y Medio Ambiente por 282.589,90 euros. «De este modo, se prolongará la calle Irlanda para conectarla con la calle Rumanía y dar así continuidad peatonal para conectar con el Camino Viejo de Lapuebla y el Camino del Cristo». Y así ha sido durante un plazo de ejecución que finalmente ha llegado a los siete meses, actuando sobre 6.100 metros cuadrados en una longitud de 440 metros.

La Junta de Gobierno Local aprobó a principios de año la ampliación de un mes de plazo, hasta el 17 de febrero, a solicitud de la empresa: sus motivos fueron desde un problema de suministro de materiales, sobre todo de alumbrado, hasta los actos vandálicos sufridos que destrozaron parte de una instalación ya ejecutada.

Ello sin contar que, además, donde se tenía que poner un bordillo se encontraron canalizaciones eléctricas, de telecomunicaciones y de agua potable, tanto del parque de jardinería como de la ciudad deportiva de la UDL y del depósito del que se surte Valdegastea.

La conclusión de las obras, en cualquier caso, pone el punto final a un proyecto sobre la mesa desde mucho antes. La actuación en sí, de hecho, largamente demandada por el vecindario y petición recurrente en los presupuestos participativos, se encontraba originalmente incluida en el Plan de Obras 2016-2019, después ampliado hasta 2022.

Y en 2017 ya había un anteproyecto que preveía un plazo de ejecución de seis meses y un presupuesto de licitación de 379.397,99 euros y se adjudicaba la asistencia técnica para redactar el proyecto de obtención de terrenos... pero las expropiaciones no comenzaron hasta 2021.