Zona donde se desarrollarán las excavaciones arqueológicas desde el Cubo, con la plaza Ángel Bayo al fondo. Juan Marín
'Logroño 1521'

En busca de la muralla del siglo XIX en el entorno del Revellín y Valbuena

Las excavaciones arqueológicas ya licitadas por el Ayuntamiento de Logroño tratan de localizar los restos de la fortificación para su posible integración en un futuro parking

Javier Campos

Logroño

Domingo, 13 de julio 2025, 13:45

Una aspiración para transformar el entorno del Revellín y Valbuena como ya se pretendió a principios de los 2000 sustituyendo los dos aparcamientos, el provisional ... y el regulado, y desviando la calle Norte hacia el Ebro... Un 'megaproyecto' que llega más de dos décadas después, cuando la crisis de 2008 parecía haber acabado con los grandes planes para siempre; si bien, de momento y como los de entonces, no pasa del papel.

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El Ayuntamiento de Logroño, en cualquier caso y consciente como es de que se trata de una reordenación urbanística que trasciende mandatos, ya ha dado un primer paso con la licitación de los servicios para las «excavaciones arqueológicas de cara al análisis del subsuelo del área sur en el ámbito del PERI Excuevas-Cuarteles»; dentro del oficialmente bautizado «programa de desarrollo del plan de actuaciones 'Logroño 1521'», y donde se prevé un primer parking subterráneo de unas 210 de plazas con el que empezaría todo –uno de los dos previstos–.

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Dichas excavaciones, que ya han salido a concurso por casi 100.000 euros y un plazo de ejecución de 14 meses –aunque en la estimación de jornadas de trabajo arqueológico se han estimado 23 semanas efectivas–, se centrarán por ello en el entorno de la plaza Ángel Bayo, actual aparcamiento en superficie frente a los tres edificios de Comandancia, y los jardines de Juanita Madroñero, con el mismo uso en las traseras del centro de Ibercaja al oeste del propio Cubo –a la espera, eso sí, del visto bueno de la Dirección General de Cultura–.

Una «zona de gran fertilidad arqueológica» que deberá ser tenida en cuenta para emplazar un futuro parking que, de entrada, contará con una superficie teórica de 154 por 33 metros –siempre que sea viable–. No en vano, tal y como se reitera en varias ocasiones en la documentación disponible en el Perfil del Contratante del Ayuntamiento de Logroño, las características del futuro estacionamiento «deberán acomodarse a la permanencia de los restos rescatados que se consideren de interés». De ahí que, paralelamente, un sondeo geotécnico determine si el mismo podrá ser de uno o dos plantas de sótano.

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«Resulta imprescindible conocer el trazado de la muralla y comprobar su estado de conservación», reza la memoria técnica

Ya durante los sondeos de 1997 de cara al plan director de entonces se detallaron en el correspondiente informe arqueológico del PERI en cuestión los restos localizados, «entre los que se encuentran tramos de las murallas del siglo XIX» dando lugar incluso a un «trazado hipotético de la misma», que es el que ahora, vía contrato mixto de servicios y obras, se quiere confirmar.

«Ante estos datos, resulta imprescindible conocer el trazado de la muralla y comprobar su estado de conservación, al objeto de garantizar su permanencia y compatibilizarla con la construcción del nuevo aparcamiento previsto», reza la memoria, donde se precisa la necesidad de trabajos auxiliares de «picado de firme y excavación mecánica», aparte de la «manual» –en caso de hallazgos, se dejarán al descubierto, mientras que de no aparecer nada, se volverá a tapar, por lo que a día de hoy es difícil aventurar cómo afectarán las excavaciones, que serán parciales y no totales, a los actuales estacionamientos 'provisionales'–.

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La muralla, con todo, es el elemento más singular de los que se esperan localizar. Unas murallas con mucha historia, según puede leerse en el pliego de prescripciones técnicas: «La ocupación napoleónica de principios del siglo XIX y las Guerras Carlistas posteriores justificaron la necesidad de construir un nuevo cinturón amurallado que, en esta ocasión, incluyó al convento de Valbuena, transformado el recinto religioso en un fortín militar, reducto de seguridad para la defensa de la ciudad». Y sus restos son precisamente los que se buscarán...

Escrito está: «La antigua colina de Valbuena, sobre la que fueron edificadas la iglesia románica del siglo XII y el convento dominico del siglo XVI, aparece delimitada en el hoy parque del Ebro por los muros de la batería artillera del recinto fortificado construido en el siglo XIX. Así, el lateral norte fue en el contexto de la Guerra de Independencia (entre los años 1810 y 1813, aprovechando el muro de la antigua plataforma del convento) y el lateral occidental, accesible también desde el propio yacimiento, en el de la Primera Guerra Carlista (entre 1833 y 1840)».

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Los sondeos también conllevarán el análisis arqueológico del foso de la muralla del Revellín y el puente de la Puerta del Camino

«La expectativa de encontrar restos de construcciones en la zona extramuros es casi inexistente, en el mejor de los casos muy limitada, esperando encontrar tan solo rellenos antrópicos correspondiente a las explanaciones realizadas a finales del siglo XIX. Intramuros tampoco se espera localizar ningún elemento de interés, pensando que en su día fue también explanada para disponer de una zona de maniobras militares u ocio ciudadano», añade al respecto el mismo pliego.

El estudio, por lo demás, incluirá también los sondeos necesarios para el análisis arqueológico del estado del foso de la muralla del Revellín y el puente de acceso por la Puerta del Camino, pues se quiere precisar de cuántos arcos se compone.

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Estacionamiento actualmente regulado en Juanita Madroñero, al oeste del Revellín. Juan Marín

El primero de los dos aparcamientos, «al menos» con proyecto a finales de mandato

Principios de los 2000 como punto de partida... Conrado Escobar, concejal entonces y alcalde ahora, plantea al frente del gobierno local su 'Proyecto 1521', revisión, al menos en parte, del denominado plan director Excuevas-Cuarteles, el mismo que constituyó en su día toda una operación de reordenación urbanística del norte de la ciudad quedándose a medias, en el mejor de los casos y tras años de idas y venidas. Solo el tiempo dirá qué suerte le depara a este nuevo intento... De entrada, el primer paso consiste en iniciar los trabajos de excavación arqueológica para, una vez realizados y adaptándose en función de los resultados, construir un aparcamiento subterráneo que libere el espacio y dote a ese entorno, 'puerta de entrada' del Casco Antiguo, de una gran zona verde. También se pretende recuperar, en la medida de lo posible, el foso original de las murallas del Revellín, «poniendo en valor la verdadera majestuosidad de la fortificación». Los planes municipales, al respecto, pasan por, al menos, «dejar preparado» el proyecto de ese primer parking a finales del presente mandato, según confirma a Diario LA RIOJA el concejal delegado Íñigo López-Araquistáin.

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