«Se tira muchísima comida y no había herramientas útiles para evitarlo»

El entusiasmo la ha traído a Logroño. Guiada por la idea de que el desperdicio de comida es un comportamiento dañino e irresponsable (y más ahora) y gracias al empuje de la pasión de la bailarina logroñesa Alba de Miguel por poner un granito de arena en la «ayuda al comercio» de su ciudad. Sin poder separarse del compromiso con el medio ambiente y de la responsabilidad social, la app 'Encantado de comerte' ha recorrido el camino hasta la decisión de ofrecer su servicio en la capital riojana.

«Quería ayudar a que estuviera en marcha aquí», afirma Alba, quien confía en que ésta sea una manera de luchar contra los kilos de comida que acaban en la basura y añada una opción a los establecimientos de alimentación, bares y restaurantes de la capital riojana. «Es una entusiasta y ha colaborado para que la aplicación esté disponible para Logroño», confiesa su novio Enrique de Miguel, quien es fundador de este proyecto junto a Adrián Espinosa y Gabriel Ramos. La iniciativa vivió este viernes su estreno en nuestra tierra, pero se creó en el 2018 y funciona ya en Zaragoza y en Madrid.

«Estamos en fase de crecimiento», indica Enrique de Miguel, quien dejó el mundo de la energía eólica -él es Físico- para poner en marcha 'Encantado de comerte' con un grupo de amigos. «Un día vi cómo al cerrar tiraban la comida en un restaurante», recuerda. «Se tira muchísima y no había herramientas útiles para evitarlo», asegura. La escena le hizo reflexionar. En España se desechan alimentos y muchos. Nuestro país se comprometió a reducir el desperdicio de alimentos a la mitad en el 2030 al adoptar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU en septiembre de 2015. Sin embargo, en el 2018, los españoles arrojamos al contenedor 25 millones de kilos de comida a la semana, según datos de la dirección general de la Industria Alimentaria del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

De Miguel se preguntó si en comercios, incluso en bares y restaurantes, no podría venderse a última hora por un precio menor para que no fuera desperdiciada, aprovechar lo que sobra, pero que está en buen estado. Respondió a esta cuestión a través de la tecnología, intentando «que fuera algo cómodo, que no suponga un esfuerzo».

«Hay que distinguir entre excendente y desperdicio, no se vende comida en mal estado, sino lo que al final del día ves que no va a tener salida y puede generar beneficio para el comercio y para quien lo consume y quien va a poder adquirirlo por un cincuenta por ciento menos de su precio», indica.

«Media hora antes de cerrar una frutería, una panadería o un restaurante... nos indica lo que todavía le queda y hacemos lotes con ello. Por ejemplo, si hay seis kilos de fruta que están madurando ofrecemos dos de tres kilos de fruta variada», detalla. «Trabajamos con producto fresco y el cliente no sabe exactamente qué tiene el lote», apunta. El funcionamiento de la app es sencillo: se mira lo que se ofrece, la geolocalización te muestra los comercios que tienes cerca y con el recibo, se paga a través de la app, media hora antes de cerrar lo recoges», dice.

«Está dirigido al comercio de barrio, ellos producen riqueza para la ciudad y tiene que ser más competente, visible. Lo que antes perdía se convierte en beneficio y además no tira comida, es un comportamiento eco responsable», reflexiona.

En Logroño, antes de presentar en sociedad 'Encantado de comerte', diez comercios -cada uno con su perfil en la plataforma- ya se habían unido a la aplicación, en Google Play y App Store. «Esta es una empresa social, pero tenemos que tener beneficios», puntualiza. Obtienen el 25 por ciento del precio rebajado de cada lote vendido, detalla. «Creemos que el pequeño comercio y en que puede ser más competente» y en tiempos como estos, en plena crisis por el Covid-19, es una forma de ponérselo «un poco más fácil a la gente».