Ni defensa, ni juego, ni pelea, ni ataque

Encajó cuatro goles y aún pudo ser alguno más. Su actuación más notable, en el mano a mano con Djuka del primer periodo en el que evitó el segundo gol.

Lateral derecho, central y lateral izquierdo. Todo en el mismo partido. Sin presencia en ataque, salvo en un par de ocasiones, y con problemas en defensa.

Superado en más de una ocasión y, sobre todo, sin la intensidad requerida. Su error le llevó a vestuarios, seguramente.

No anda bien desde hace partidos y cuando se ve descubierto sufre mucho más. La ausencia de Iñaki le coloca en una situación peor si cabe.

isfruta de una gran oportunidad que no está aprovechando. No acabó el partido. Vulnerable en defensa hasta desequilibrar a sus compañeros y, salvo un buen centro, sin ataque. No desborda y en su superioridad juega hacia atrás.

Tuvo momentos de solidez, pero fueron escasos. Le cuesta mucho jugar como único pivote.

Arrastrado por la dinámica del equipo. Intenta defender y atacar, pero en su situación es muy complicado.

Escorado defensivamente a la banda izquierda, se pierde, como ha quedado demostrado cuando sale de los terrenos centrales

l que menos mal interpretó el partido y lo ejecutó. Jugó por ambas bandas e incluso como carrilero. En su debe, que lo intenta continuamente, a veces con más acierto y otras con menos, en las que abusa de la posesión. Pero insiste y apela a un rendimiento que exige la competición.

Es diferente. Intuye el destino del balón, pero acusó los muchos minutos que jugó.

Una de las claves del partido puede estar en su balón al palo. Cierra mucho el tobillo y aleja el balón de la portería. Es la gran apuesta del club y hay que exigirle mucho más y debe dar mucho más.

En su debe, los dos regates de Cumic en el cuarto gol dentro del área. Aun así, llevó más balones al área en 45 minutos que otros compañeros en los noventa.

No está en su mejor momento, se ve influenciado por el rendimiento del equipo y tampoco tiene la suerte necesaria, como en el tercer gol de Djuka o en sus cabezazos ofensivos.

Ausente. Casi media hora de juego sobre el césped y apenas entró en contacto con el esférico. Ningún remate.

No apuntaló la medular, que seguramente era el objetivo. Además, cuando salía de sitió le costaba recuperarlo.

Apenas unos minutos sobre el césped, se ubicó en la banda derecha. El partido estaba totalmente sentenciado.