Sin verdura local y precios disparados

El agricultor tiene claro que la consecuencia inmediata va a ser la «escasez grave de producto, incluso desabastecimiento de hortalizas locales y, como efecto, subidas de entre el 20 y 30% porque tendrá que venir de fuera». Javier Sarramián, con puesto en la plaza de Abastos de Logroño, señala que «hasta hace poco hemos tirado de La Grajera sin problema, pero ya estamos con un riego semanal y, probablemente, irá a menos».

Así las cosas, es imposible sembrar y Sarramián teme por el futuro de «las siete familias, con la nuestra ocho, que vivimos de esto». «Si no hay producto, no hay trabajo y, si no hay trabajo no hay negocio; en el día a día, me levanto a las 4.30 de la mañana para llevar género a Merca Rioja o a la plaza..., pero ahora la principal preocupación es cómo sobrevivir».

El agricultor insiste en que por «la dureza de este trabajo ya no quedan profesionales y la poca agua la tenemos que repartir con productores que ni están dados de alta y venden ilegalmente o con huertos particulares que tampoco están dentro de la cadena económica». «Además –continúa–, del embalse de La Grajera se nutre también el campo de golf y tiene, porque así se decidió en su día, más derechos que los regantes, por lo que tampoco se puede hacer un reparto con garantías de la poca agua que hay». Así las cosas.

Acelga, borraja, lechuga, coliflor, tomate, coliflor, repollo... serán algunos de los productos locales que dejarán de estar disponibles para el consumidor. José Eguren, uno de los productores más importantes de la huerta de Varea, confirma que la situación en su zona incluso es peor que en El Cortijo: «Aquí llevamos 25 días sin recibir agua y el escenario es que habrá un riego general para todo el verano y, como mucho otro». «Con estas perspectivas –agrega–, no puedo sembrar ». Eguren señala que «me queda un año para jubilarme y en mi vida había visto algo así. Tenemos ocho obreros y, con mi familia, somos 11 personas cotizando y será una ruina total si no hay agua».

En este sentido, explica que verduras como borraja o acelga no valen para invernadero porque se «achicharran» y su preocupación trasciende del corto plazo: «Producimos mucho repollo y coliflor, que tenemos que plantar en verano para recoger en abril de 2024, pero sin garantías de agua no puede hacerlo, así que para nosotros es un año en blanco y eso es la ruina». «Mal que mal, puedo mantener los empleos en verano con invernaderos y algún producto, pero, si no siembre entonces..., se acabó». Eguren es un proveedor potente no sólo del mercado local: «Abastezco a Simply y también en Miranda, para el norte del país, y Zaragoza, pero tendré que dejar de hacerlo si no hay producto».

El fruticultor lamenta la gestión del agua en los embalses de cabecera: «A mí juicio se vaciaron demasiado en invierno, y supongo que la demanda eléctrica ha tenido que ver porque vimos bajar muchísima agua a final de verano». «Este golpe –lamenta– puede ser mortal para la economía agrícola de todo el valle del Iregua».