Suelos de cemento, techos de cristal

Pese al avance social, los cuidados y la enseñanza infantil siguen siendo espacios casi exclusivamente femeninos

Pío García

Logroño

Sábado, 8 de marzo 2025, 08:14

Cuando llega el 8M, los medios de comunicación se esfuerzan en buscar mujeres que hayan roto el techo de cristal. Las páginas se llenan de ... empresarias poderosas, de militares con mando en plaza, de ejecutivas que manejan grandes presupuestos. Mujeres admirables, que en muchos casos han logrado superar los prejuicios sociales y familiares para escalar cimas antes reservadas a los hombres. Las estadísticas muestran que poco a poco se van cruzando esas fronteras que parecían infranqueables. Según los datos del Ministerio de Igualdad, hace diez años apenas había un 10% de mujeres sentadas en los consejos de administración de las grandes empresas españolas que cotizan en el Ibex. Hoy suman el 40%. Los grandes números esconden, sin embargo, pliegues oscuros: si nos fijamos en los puestos ejecutivos –los que de verdad mandan en las empresas–, la balanza se sigue inclinando del lado masculino. Hay 312 varones y solo 87 mujeres. La marea igualitaria va llegando, pero todavía hay lugares de difícil acceso. En la educación superior, la mayoría femenina es incontestable. En las aulas de la Universidad de La Rioja, en el presente curso, hay un 55% de mujeres matriculadas. Las estudiantes ocupan casi la mitad de los pupitres en el grado de Administración y Dirección de Empresas y son mayoría absoluta en Derecho (65%) y en Química (60%).

Publicidad

No obstante, ocupados en examinar las grietas que se van abriendo en los techos de cristal, a veces olvidamos la rocosa consistencia de los suelos de cemento. Son, en realidad, dos caras de la misma moneda. Tanto en el hogar como en el desempeño profesional, las mujeres cargan sobre sus espaldas el peso –en ocasiones asfixiante– de la atención a los más vulnerables de la sociedad: menores, ancianos, discapacitados. «Tradicionalmente, a las mujeres se nos han asignado todas las tareas que tienen que ver con los cuidados; e incluso en los catálogos de juguetes, aunque va cambiando un poco la tendencia, en el empaquetado, en las imágenes..., sigue instaurada esa idea de las mujeres como las cuidadoras», apunta Andrea Gutiérrez, doctora en Psicología y delegada para la Igualdad en la Universidad de La Rioja. «Creemos que hemos conseguido la igualdad y no es verdad», sentencia la socióloga María Ángeles Durán. De las 514 excedencias concedidas en La Rioja por cuidado de familiar, 451 fueron mujeres (el 87,7%); de las 17.159 personas que reconocen ocuparse «de la mayor parte de los cuidados» a menores o dependientes en sus respectivas familias, 15.153 son mujeres.

Bajo las cifras oficiales se asientan prejuicios que perviven con contumacia. Como apuntan algunas de las protagonistas de estas páginas, a veces son las propias mujeres las que buscan mujeres para limpiar y hay madres y padres que no se encuentran cómodos si un hombre cuida a sus bebés. Cuando se lamenta la escasa presencia de mujeres en carreras técnicas, con frecuencia se olvida su reverso: hay profesiones en las que todavía cuesta encontrar hombres (Educación Infantil, Trabajo Social, Enfermería). Pese a décadas de lucha en pro de la igualdad, en el campo de los cuidados los roles de género parecen tallados en mármol.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¡Oferta especial!

Publicidad