Un 'sopapo' africano para el día más tórrido

Con la alerta naranja activada en el Valle del Ebro (máximas de 39 grados) y el aviso amarillo en la Ibérica riojana (hasta 38), la entrada, el lunes, de una masa de aire continental africana muy cálida y seca por el sur peninsular se dejó notar en la región. La brisa, tantas veces reparadora, se convirtió en una puñalada térmica durante las horas centrales del día, un sopapo tórrido en el rostro de quien salía a la calle tras las bondades del aire acondicionado de vehículos, negocios u hogares.

Los termómetros ya habían anticipado desde primeras horas lo que se avecinaba. Las mínimas, entre 3 y 5 grados por encima de las registradas en los últimos días, volvieron a sus valores habituales de agosto, según las principales estaciones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet): Nájera marcó 15; Haro, 15,4; Logroño, 15,6; Alfaro, 18,4... Y Valdezcaray 20,2 a las 3 de la madrugada.

El mercurio no tardó en iniciar una escalada para situarse a las once de la mañana muy cerca de la treintena de grados en La Rioja Baja. Con el aviso amarillo activado también en ambas zonas meteorológicas de la comunidad –Valle del Ebro e Ibérica– por riesgo de «tormentas secas que pueden ir acompañadas de rachas fuertes o muy fuertes», el repunte térmico aceleró a partir del mediodía para diseñar una tarde plomiza, de cielos brumosos y ambiente asfixiante.

La estación de la Aemet en Logroño-aeropuerto daba a las 16.30 horas 37,8, uno ya por encima del registro más alto de este verano, 36,8 del pasado 14 de julio. Al final la máxima más alta se quedó en 38,9 grados, todavía lejos del récord histórico de la estación en este mes, los 40,8 del 14 de agosto de 2021. Máximas muy altas también en el resto de las estaciones meteorológicas que la agencia oficial tiene distribuidas estratégicamente por la comunidad (ver tabla adjunta).

La ola de calor peninsular, que, según la Aemet, comenzará a remitir a partir del jueves, aunque con registros más altos de los habituales durante las jornadas de mañana y pasado, no será tal en La Rioja, según indican los pronósticos meteorológicos. De hecho, se anuncia para este jueves incluso una tregua en lo térmico, eso sí, muy leve. Además de «cielo poco nuboso, velado intermitentemente por nubes altas y ligera presencia de calima, tendiendo a remitir a lo largo de la mañana», la Aemet predice «temperaturas mínimas con pocos cambios o en ligero ascenso y máximas en descenso, pudiendo éste llegar a ser notable en la Rioja Alta». En concreto se estima que los termómetros oscilarán entre los 18 y 34 grados en Haro, entre los 19 y 36 en Logroño y entre los 21 y 36 en Calahorra. Mañana el mercurio volvería a escalar hasta los 39 grados tanto en Logroño como en Calahorra y hasta los 37 en Haro, para iniciar desde pasado mañana una lenta desescalada que desembocaría en un puente con máximas de entre 32 y 34 grados.

La región, que sí registraría varias jornadas con valores por encima de los 34,5 grados, el umbral que figura en el Plan Nacional de Acciones Preventivas de los Efectos del Exceso de Temperaturas sobre la Salud activado por el Ministerio de Sanidad desde el 15 de mayo, esquivaría así también la tercera ola de calor de este verano en España, ya que las previsiones no contemplan noches tropicales, ya que las mínimas nocturnas se situarán estos días en 17-18 en Logroño, 18-19 en Calahorra y entre 13 y 16 en la sierra.

Las autoridades sanitarias insisten en las medidas de protección a tomar por la ciudadanía, especialmente por los colectivos más vulnerables, niños y mayores. Precisamente UGT Servicios Públicos La Rioja emitió el miércoles un comunicado en el que insta «a las residencias y centros de día de la comunidad riojana a vigilar y cumplir los umbrales de temperatura máximos durante esta ola de calor». El sindicato, que según destacó ha conocido por delegados de estos centros que en muchos casos se superan los 30 grados en algunos puestos de trabajo, reclama que «la temperatura de los locales donde se realicen trabajos ligeros oscile entre los 14 y 25 grados según establece el Real Decreto 486/1997».