«Para que no sea sólo una moda, hay que cuidar mucho el viñedo y la uva»

Abel Mendoza tiene claro cuál es el principal secreto del éxito de un buen vino: el viñedo y la uva. Es de los que piensa que la elaboración empieza en el campo, con el punto culmen en la vendimia pero sin dejar de trabajarlo todo el año. «Qué lástima esos viñedos de uva blanca que se arrancaron hace décadas, entonces con 30 o 50 años, para plantar uva tinta», lamenta el viticultor de San Vicente de la Sonsierra, que confía en que la Denominación Rioja «aprenda de sus errores y entre todos hagamos mejor las cosas».

La tendencia al alza que viven ahora los blancos, con un incremento notable en sus ventas, «no tiene que ser una moda» y para ello propone «cuidar mucho más el viñedo y la uva», el origen de todo, el secreto para que el buen momento coyuntural de estos vinos «se convierta en estructural y dentro de un tiempo no volvamos a hablar de oportunidad perdida en Rioja».

Mendoza cuenta con una veintena de hectáreas entre San Vicente y Labastida «pero no puedo decir en concreto cuántas de uva tinta y cuántas de blanca». Es un todo. Y su producción de vinos –en torno a 80.000 botellas– es equitativa, «siete u ocho blancos, entre ellos cinco monovarietales, y otros tantos tintos».

Ha trabajado en la recuperación de la garnacha blanca o el turruntés –la gran desconocida en la DOCa–, sigue apostando por la viura y «creyendo en las posibilidades de estos vinos, siempre dándoles valor». Y tiene claro que «de nosotros, de los que conformamos Rioja, y de cómo hagamos sentir al mercado va a depender a dónde podemos llegar».

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