Los siete primeros refugiados ucranianos, dos madres y sus cinco hijos, parten mañana hacia La Rioja
La ONG 'Sonrisas de Fe' encargada del operativo destaca la «impresionante» solidaridad riojana, con casi 200 familias dispuestas a acoger a los desplazados por la invasión rusa
Están a casi 2.600 kilómetros de poder iniciar una nueva vida en La Rioja y dejar atrás el horror al que la invasión de Ucrania ordenada por Vladimir Putin ha condenado a su país. Los siete primeros refugiados, dos madres con sus cinco hijos, partirán este jueves, 9 de marzo, desde Polonia para llegar a Logroño durante los próximos días gracias al dispositivo puesto en marcha por la ONG 'Sonrisas de Fe', que cuanta con el apoyo de Riojana de Asfaltos S.A., que además de facilitar a la asociación el vehículo y los dos conductores corre a cargo del gasto del combustible.
«Por suerte están ya en Varsovia y llegarán a Logroño a lo largo del fin de semana o el lunes como muy tarde, dependiendo de los controles en las fronteras», confirmaba, en declaraciones a Diario LA RIOJA, el fundador y presidente de la ONG, Jonathan Hergueta, desde Portugal, el país desde el que dirige el dispositivo de apoyo a los refugiados desplegado por su asociación y haciendo posibles todas las conexiones entre Ucrania, Polonia y Portugal.
El vehículo, una furgoneta con capacidad para nueve personas, los dos conductores y siete pasajeros, viajará así al completo en un viaje de vuelta después de transportar hasta Polonia una valiosa carga de medicamentos, material sanitario y alimentos perecederos enviados por la asociación con destino a los refugiados ucranianos. «Sí, lo último que he sabido es que al final traemos a La Rioja a una mujer ucraniana con sus cuatro hijos y a otra madre con su pequeño y que la furgoneta se pone en marcha mañana, jueves, desde Varsovia», concretaba Hergueta, quien destacaba la imprescindible colaboración obtenida gracias a los contactos con la embajada de Ucrania en Polonia y los voluntarios de ese país que les ayudan, «quienes, a costa de poner en juego sus vidas, consiguen adentrarse en el interior del conflicto para poder salvar a las personas más vulnerables, mujeres y niños, que esperan escondidos en las bodegas la ayuda, y que son trasladados en coches y furgonetas hasta Polonia, donde nosotros nos hacemos cargo de ellos».
Más viajes de rescate
La misión de 'Sonrisas de Fe' no ha hecho sino empezar y su presidente prepara ya nuevas operaciones: «En los próximos días partirán desde Logroño varios vehículos, furgonetas e incluso autobuses, que llevarán medicinas y todo lo que puedan necesitar, para, a su vuelta, trasladar a España a más refugiados para poder dar un hogar a esas mujeres y niños que se han visto obligados a huir de Ucrania».
«En los próximos días partirán desde Logroño más vehículos para llevar medicinas y traer refugiados»
Jonathan Hergueta | Presidente y fundador de 'Sonrisas de Fe'
La asociación, cuyo objetivo prioritario es el apoyo y acompañamiento de las personas ingresadas, una labor que desarrolla desde hace ya tiempo también en el hospital San Pedro, optó a finales de febrero por volcarse en el auxilio a los refugiados que huían de Ucrania tras la embestida ordenada por Vladimir Putin. «Aunque esta no sea la labor principal de 'Sonrisas de Fe', yo creo que ante un problema como este todos podemos aportar alguna solución y al ver la situación de las personas entendí que es lo que se tenía que hacer, priorizar esta emergencia y poner a la asociación a trabajar íntegramente en ello», explica Hergueta que el pasado 27 de febrero, a través de su perfil de Twitter, ya anunció que la entidad «ofrece todos los recursos a su alcance para acoger en La Rioja a los refugiados ucranianos víctimas de la invasión rusa».
Desde su web y sus redes sociales, la ONG invitó a quienes desearan colaborar en la acogida de refugiados ucranianos a contactar con la ONG a través de su correo electrónico contacto@sonrisasdefe.com, un llamamiento que volvió a poner sobre la mesa la generosidad riojana. «La solidaridad de los riojanos ha sido impresionante», confiesa agradecido Hergueta, que advierte de que «a falta de cientos de correos electrónicos por abrir, la cifra de familias de la comunidad que se han ofrecido a acoger a los refugiados ucranianos ronda ya los dos centenares».