Ruth García Pinar | Presidenta de Gylda

«Se están dando preocupantes pasos hacia atrás en relación con los derechos LGTBI+»

– ¿Cuánto hay de celebración y cuánto de reivindicación en estas fechas?

– Creo que hacemos un buen equilibrio. La parte reivindicativa está, por supuesto, presente porque hay que seguir reclamando nuestros derechos. Nos sumamos al lema estatal, que este año es 'Educación, derechos y paz' y eso va a estar presente en todos los actos. Es primordial, pero también lo es acompañarlo de la cultura y de cuestiones cercanas a la ciudadanía. Es vital la transformación de la sociedad y para ello elementos como la cultura o la educación resultan fundamentales.

– ¿Cuál es el mayor motivo de celebración?

– Una de las cuestiones más importantes en España es el avance en materia legal. La última ley aprobada a nivel estatal permite que haya un marco para que todas las personas, independientemente de la comunidad autónoma en la que vivan, tengan los mismos derechos. La mal llamada 'Ley Trans' es un logro del colectivo. Por otra parte, es necesario destacar la noción que tenemos de comunidad, de la importancia de juntarnos, de celebrar, si es el caso, o de reivindicar. En definitiva, de unirnos y formar una familia porque hay que huir del individualismo y hacer piña.

– ¿Preocupan los resultados de la extrema derecha en las recientes elecciones europeas?

– Claro. Es muy preocupante porque los discursos extremistas son discursos que van en contra de los derechos humanos en general, incluidos los de las personas LGTBI+. Son discursos de odio que muchas veces se convierten en delitos de odio. Eso es lo que lamentablemente está pasando y no solo en países no democráticos. En Argentina, por ejemplo, hace poco asesinaron a tres lesbianas por el simple hecho de serlo y en Italia a madres que no han sido gestantes se les priva de sus derechos. Se están dando pasos hacia atrás preocupantes en relación con nuestros derechos.

– ¿Al hilo de lo que comenta, ¿ven sus libertades en peligro?

– Sí. Esos ejemplos son algunos, pero en Estados Unidos también se está retrocediendo y se está expulsando a docentes que hablan de diversidad; en otros países de Europa están cerrando librerías por tener publicaciones de esos temas. Claro que podemos perder derechos y en España también se está retrocediendo.

– Después del camino andado, ¿da rabia que esos derechos puedan verse en entredicho?

– Desde luego. Es la sociedad la que pierde. La sociedad es plural y diversa y no solo se demuestra con cuestiones LGTBI+. Queremos un mundo en el que podamos ser y vivir de una manera más libre, con nuestras diferencias, y enriquecernos de todo el entorno que nos rodea. Eso nos hace mejores.

– Las estadísticas dicen que buena parte de los votantes de esos partidos de extrema derecha son jóvenes. ¿Cómo lo interpreta?

– Es difícil hacer un análisis rápido para conocer las razones. Para mí es clave trabajar el pensamiento crítico. Si lo hacemos y mostramos la diversidad será más fácil que se nieguen esos discursos de odio. Uno de los problemas que veo con la adolescencia es la gran cantidad de información que se recibe de un modo demasiado rápido, sin un análisis y sin saber si estamos ante algo real o no. Yo confío en la juventud y la mayoría defiende esa diversidad. Es cierto que hay una minoría que no, pero no es lo común.

– Ha hablado antes de la educación. ¿Qué función ha de jugar?

– La educación sirve para eliminar prejuicios y mostrar la realidad. Además, fomenta el respeto a la diversidad y sienta las bases de la ciudadanía del mañana.

– Las redes sociales y el anonimato que ofrecen en muchas ocasiones no ayudan en ese análisis más profundo…

– Desde luego. Criticar siempre es más fácil si no ves al de enfrente. Lo deseable sería que, antes de juzgar, se conociera a la persona de una manera más profunda. Es muy fácil comentar desde el anonimato.

– Un informe del Consejo General del Poder Judicial apunta que la orientación o la identidad sexual es el motivo más frecuente de los delitos de odio. ¿La sociedad no es tan avanzada como aparenta?

– El problema es que están aumentando de un modo muy significativo. Muchas veces, además, se ataca a alguien al grito de 'maricón' sin saber si esa persona es o no LGTBI+, sino porque simplemente no cumple con los cánones de masculinidad marcados por la sociedad. Es muy grave. El respeto favorece a todos, independientemente de la orientación o de la identidad o de la expresión de género. Si vivimos en un mundo en el que se respeten esas diferencias, la gente va a poder expresarse de una manera más libre.

– ¿Sigue habiendo gente que tiene miedo a mostrarse como es?

– Por supuesto. No es solo una creencia, es una realidad. Además, lo que se ve al final es solo una parte pequeña de dicha realidad. Las denuncias son la punta del iceberg porque muchas veces personas que han sufrido ataques no se atreven a denunciar porque supone dar un paso al frente o mostrar vulnerabilidades y no todo el mundo quiere eso.

– En ese sentido, un informe de UGT decía que el 40% de las personas LGTBI+ vuelven al armario en el ámbito laboral, ¿hay sectores en los que sigue estando mal visto no ser heterosexual?

– En sectores más relacionados con el mundo artístico es más fácil mostrarse tal y como uno es, pero en otros muchos no. Precisamente por el auge de los partidos extremistas, un sector minoritario se atreve a expresar lo que antes igual solo pensaba y al final eso te puede llevar a un conflicto personal o laboral e incluso a algún tipo de represalias.

– En otro orden de cosas, ¿cómo afectan al colectivo declaraciones como las del Papa sobre el «mariconeo» en El Vaticano?

– La comunidad es muy diversa y a las personas creyentes determinados discursos les afectan negativamente. Aun así, el Papa también ha tenido otros discursos muy positivos para la comunidad LGTBI+ y esos han supuesto un avance. Por otra parte, a las personas que no son creyentes esos posicionamientos no les afectarán de una manera tan marcada.

– Y siguiendo con asuntos que han resultado polémicos, ¿qué le parece lo que ha rodeado a la 'Ley Trans' con manifestaciones en contra de colectivos feministas?

– Me da mucha pena. Lo que hace es dividir a la sociedad. Aun así, pienso que el feminismo es inclusivo y, aunque ahora existe este revuelo y muchas veces se hable sin saber, en unos años se comprobará que es una manera de avanzar en derechos humanos, tal y como ocurrió con el matrimonio igualitario.

– Durante esta semana el colectivo goza de mucha visibilidad, ¿cómo se puede conseguir que eso no se circunscriba únicamente a estas fechas?

– Desde Gylda trabajamos durante todo el año, de la mano de una red de empresas, ayuntamientos y asociaciones. Hay numerosas propuestas y es cierto que no tienen la misma visibilidad. Estaría genial contar con el mismo eco.

– ¿Es más fácil llegar a la gente a través de la cultura?

– La cultura ayuda a que gente que incluso pueda tener un discurso más reaccionario pueda acercarse a nuestra comunidad. Además, se genera un poder de transformación enorme, sobre todo para las personas más jóvenes. La cultura, igual que la educación, es una pieza fundamental.

– ¿Llegará un momento en el que estos actos sirvan solo de celebración porque ya estén conquistados todos los derechos?

– Creo que es algo utópico. Al final, cuando nosotras nos manifestamos no solo lo hacemos por los derechos en La Rioja, sino por los de todas las personas en el mundo. Desafortunadamente, hay muchos países en los que se nos persigue e incluso se nos mata. Así, al menos a corto plazo, me parece muy complicado.