Plaza Chica, en concurso de acreedores, aspira a 'colocar' a otras empresas sus dos plantas

Con las dos plantas de Alfaro y Cervera del Río Alhama sin actividad desde hace dos semanas, con sus 115 trabajadores en casa con permiso retribuido, la propiedad de la empresa presentó este miércoles un concurso voluntario de acreedores.

En la mañana del miércoles, citados a la primera reunión para avanzar el expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) por causas económicas, la dirección de la empresa informó sobre esta situación a los sindicatos, «para sorpresa nuestra». «Si antes teníamos problemas, ahora tenemos problema y medio: si antes era el juzgado de Calahorra el que controlaba los pagos de nóminas, a proveedores, etc., el inicio del concurso de acreedores supone que el que va a decidir es el Juzgado de lo Mercantil, hasta que nombre un administrador concursal», explica el responsable de Fica-UGT en La Rioja Baja, Fernando Molina. Esa figura será quien tome las riendas de la empresa buscando las distintas salidas para su futuro.

Esta nueva situación genera incertidumbre añadida a los representantes de los sindicatos, como han trasladado este jueves a los trabajadores en sendas asambleas celebradas por la tarde en Alfaro y Cervera del Río Alhama, 115 trabajadores a los que a buena parte la empresa les adeuda los retrasos del convenio laboral. Precisamente, el Tribunal Laboral tiene este viernes el acto de conciliación entre las demandas interpuestas y la empresa. «Ahora mismo, el que tiene que dar el permiso de pagos es el administrador concursal, todo pasa por él», se resigna ante los cambios Molina.

En la reunión del miércoles para abordar la negociación del ERTE, la empresa transmitió a los sindicatos que el centro de trabajo de Alfaro tiene viabilidad para un futuro dado el «interés de alquiler industrial» por parte de una empresa para explotarlo y continuar la actividad con los 50 trabajadores con los que cuenta. Sobre la planta de Cervera del Río Alhama, que cuenta con 49 trabajadores, hay empresas interesadas pero a día de hoy no hay nada concreto de cara su futuro. «La empresa nos plantea un ERTE de seis meses que no podemos consentir: no puede ser que estén consumiendo seis meses su desempleo sin tener la seguridad de que van a volver a trabajar. Nosotros buscamos el mantenimiento de los puestos de trabajo, pero que nos den una seguridad, como quizá a través de la venta de la empresa», analiza el responsable de Fica-UGT sobre el posible papel del administrador concursal.