«Perdí a mi hijo el 19 de abril. Salió de trabajar y se tiró por la picota»
Rebeca Arrea perdió hace casi cinco meses a su hijo y ahora lucha por romper todos los estigmas en torno al suicidio
La vida de Rebeca Arrea dio un vuelco hace casi cinco meses. «Perdí a mi hijo el 19 de abril de este año. Esa mañana ... se fue a trabajar, pero salió de la fábrica y se tiró por la picota (San Torcuato). Tenía 25 años», cuenta su madre. Se llamaba Raúl Alesanco, era el presidente del Club Deportivo San Lorenzo y empleaba buena parte de su tiempo en colaborar con distintas asociaciones. Nunca dio señales de estar pasándolo mal, todo lo contrario. «Era la persona más feliz del mundo. Nunca dio muestras de estar mal, no estaba deprimido ni lo había comentado con nadie. Nadie notamos nada, ni en el trabajo, ni sus amigos, familia...».
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«Es duro siempre, pero si al menos hubiese dado muestras de estar deprimido, hubiésemos intentado ayudarle», lamenta. Su hijo sufrió lo que los psicólogos denominaron más tarde «depresión sonriente». «Ni por un momento te lo imaginas. Fue un palo muy grande para todos», asegura Arrea mientras recuerda que ese mismo día le llamó la Guardia Civil y tuvo que ir al centro de salud. «Solo sabía que le había enviado a su mejor amigo un mensaje largo de texto despidiéndose, antes de suicidarse. Se acordó de todos». «No es que no te lo esperes, es que no habíamos visto ni un resquicio. Él estaba todo el día de cenas, de comidas con los amigos, con el fútbol... Era aparentemente feliz».
Tres días más tarde, a través de su médico de cabecera, dio con la asociación Color a la Vida, donde obtuvo un gran respaldo. «Viene muy bien estar con gente que ha pasado lo mismo que tú, porque un psicólogo te puede ayudar, pero no se puede poner en tu piel». Ahora se siente mejor, a pesar de que no lo haya superado. «Siempre digo que esto no se supera nunca, pero aprendes a vivir con ello. Tener pesadillas y que haya personas que te digan que es una fase, que se pasa, te ayuda mucho, porque es ver la luz». Ahora, por encima de todo, lucha por seguir adelante, por darle visibilidad y romper todos los estigmas en torno al suicidio. «Solo quiero darle visibilidad y que a la gente no le dé vergüenza decir que su familiar ha fallecido por un suicidio».
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