La natalidad se desmorona en La Rioja con otro descenso del 8% en el primer semestre
Los nacimientos se sitúan por debajo del millar hasta junio y acumulan una caída del 17% con respecto a los seis primeros meses de 2019
La curva de natalidad está entrando en picado en La Rioja. El año pasado se cerró con un fuerte descenso del 5,7%, el mayor del país, y la tendencia en lo que va de 2022 es todavía peor: hasta junio, únicamente han nacido 986 niños en los hospitales de la región, lo que supone otro descenso adicional del 8,02% respecto al primer semestre de 2021.
De nuevo, se trata del peor registro de todo el territorio nacional, según los datos publicados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística correspondientes al intervalo entre enero y junio de este año.
La crisis de natalidad es evidente, toda vez que 2021 fue el peor año para los nacimientos de la serie histórica del INE, que parte del año 1941. Lo fue a nivel nacional, con una caída del 1,3%, pero especialmente en la comunidad riojana, donde el descenso se acercó al 6%. Si bien la tendencia en el conjunto del país tampoco remonta, la caída de enero a junio se limita a un 0,6%, mientras que en La Rioja se acrecienta hasta superar el 8%. De seguir así las cosas, la región podría cerrar 2022 con menos de 2.000 nacimientos.
El mapa español de la natalidad, aunque no exactamente, se corresponde en parte con el del desequilibrio demográfico: los nacimientos crecen en el primer semestre en Madrid (5%), Comunidad Valenciana (2,7%) y Cataluña (1,5%). También lo hacen en Asturias (7,5%), Cantabria (0,97%) y Castilla y León (0,5%), mientras que bajan, además de en La Rioja (8%), en Baleares (4%), Canarias (3,8%) y Castilla- La Mancha (3,7%).
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En España nacen menos niños que nunca
La curva de la natalidad empezó a entrar en picado en España a partir de finales de la década de los 70 del siglo pasado. Únicamente la sensación de prosperidad, y la llegada de inmigrantes de finales de los años 90 hasta la crisis inmobiliaria y financiera, fue capaz de romper la tendencia y, a partir de entonces, la dinámica ha vuelto a ir claramente a la baja sin que se aprecien visos de cambio.
En el caso de La Rioja, la situación de crisis de nacimientos se agudiza en los últimos años: en 2016 nacieron 2.662 niños en la comunidad, mientras que en 2017 la cifra se redujo a 2.566.En 2018 la caída se hizo más pronunciada (9,19%) hasta reducirse el número de los nacimientos a 2.330, un descenso muy fuerte que se vio corregido parcialmente en 2019, como único año en positivo, con un 3,44% más de niños.
El año 2020 intensificó de nuevo el descenso (6,72% de caída) que, de nuevo, profundizó en 2021 (5,7% más) y dejó el número de alumbramientos en 2.186. De no revertirse en lo que queda de año, La Rioja bajará por primera vez de los 2.000 nacidos en un año. Es decir, además de otras cuestiones, la pandemia del COVID, junto con los temores a la incertidumbre económica y la inseguridad laboral, también están pasando factura a la natalidad.
La mortalidad sube el 1,4%, aunque lejos del 5% que se dispara en el conjunto del país
No solo el COVID, que sigue haciéndolo, sino que también el calor mata. Así se desprende al menos de las cifras hechas públicas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) hasta la semana 30 del año (el pasado 25 de julio). En La Rioja, fallecieron en durante este periodo 2.024 personas, lo que supone un incremento del 1,4% respecto al mismo intervalo del año anterior.
Un incremento considerable si se tiene en cuenta que 2020 fue en la región el año más luctuoso desde la Guerra Civil, con 3.742 óbitos (4.176 en 1936) y que en 2021 se redujeron las cifras pero únicamente en 291 personas. Así las cosas, detrás de este nuevo incremento, además del COVID, se barajan causas como las olas de calor –el Instituto Carlos III, por ejemplo, estima en 45 las muertes por este motivo en La Rioja en verano– y, también otras consecuencias de la pandemia como el descuido de enfermedades crónicas. De acuerdo con las cifras del INE, casi dos de cada tres muertos en la comunidad riojana tenían más de ochenta años.
A nivel nacional, los datos de fallecimientos son más alarmantes que en La Rioja, con un crecimiento de los óbitos del 5% de media (hasta 275.872 personas), únicamente superadas durante este siglo durante los peores momentos de la pandemia.
La comunidad de Cantabria, con un incremento del 23%, Navarra (15,6%), Canarias (13%), Baleares (11,43%), País Vasco (8,7%), Asturias (7,5%) y Aragón(6,6%) lideran los aumentos de óbitos en las treinta primeras semanas del año, mientras que descienden en la Comunidad de Valencia (-0,16%) y suben moderadamente en La Rioja (el 1,4% comentado), Madrid (1,94%) y Cataluña (2,41%).