Logran el primer plaguicida ecológico contra la araña roja
Está basado en RNA de interferencia, que ahora será probado en La Rioja frente a oídio y botrytis
Casi década y media de citas ilusionantes en la capital riojana hasta poder por fin brindar. La XIV Reunión Internacional sobre el Genoma de la Araña Roja comenzó ayer en Logroño entre sonrisas, gracias a los avances conseguidos, ya demostrados en laboratorio y ahora también en pruebas de campo, en el desarrollo de una nueva generación de plaguicidas ecológicos basados en la tecnología de RNA de interferencia (RNAi) frente a este terrible plaga que afecta a la agricultura mundial.
«Tenemos una oportunidad realmente fantástica para mostrar el desarrollo desde el análisis del genoma a los productos prácticos para el control de plagas basados en RNAi, que representa una nueva generación de plaguicidas ecológicos, sostenibles, que no contaminan el medio ambiente y que son selectivos. Tenemos el primer producto para ser registrado, esperamos que el año que viene en Estados Unidos y en Europa», se felicitó ayer el organizador del congreso Miodrag Grbic, profesor visitante de la Universidad de la Rioja y del Instituto de Ciencias de la Vid y el Vino (ICVV), en el arranque de un encuentro en el que participan investigadores de Estados Unidos, Canadá, Brasil, Japón, China, Bélgica, Serbia, Polonia, Reino Unido, Francia, Italia y España.
«Durante años se han utilizado muchos plaguicidas químicos frente a la araña roja, pero esta es una especialista en desarrollo de resistencia. Con este nuevo modo de actuación podemos apagar unos genes definitivos y si desarrolla resistencia tenemos literalmente otras 18.000 metas en el genoma de la araña roja. Conociendo el genoma podemos hacer agricultura de precisión y realmente atacar solo a la plaga sin dañar al medio ambiente. Además los agentes biológicos que se utilizan no hacen daño a sus depredadores naturales, con lo que es compatible el control de plagas con la utilización de insectos beneficiosos frente a ellos. Cuando tú aplicas químicos matas también a los propios enemigos naturales de la plaga, pero con la tecnología RNAi, no», destacó Grbic.
Lo que debe saber de la araña roja
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1
¿Qué es?
Su nombre científico es Tetranychus urticae, y se trata de un ácaro que se ha convertido en una plaga con alto poder de destrucción para la agricultura mundial. Su genoma se secuenció en 2011.
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2
¿De qué se alimenta?
Prácticamente de todo. Ataca a más de 1.100 especies de plantas, incluyendo más de 150 cultivos agrícolas (maíz, soja, manzana, pera, vid, té, tomate, pepino, pimiento...).
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¿Cuáles son sus fortalezas?
Su rápida reproducción –100 huevos en 25 días– y su incremento poblacional gracias al cambio climático. Sobre todo, es muy veloz en hacerse resistente a los plaguicidas tradicionales.
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¿Cuánto se gasta en la lucha contra ella?
Más de 1.000 millones de euros se invierten anualmente en el mundo en tratar de controlar la plaga de la araña roja.
La empresa estadounidense GreenLight Biosciences Inc., que cuenta con una sede en Sevilla ha sido la encargada de realizar los ensayos de campo y prepara ya la puesta a punto de un producto acaricida ecológico y muy selectivo, que solo afecta a la araña roja y otras plagas de ese grupo, sin perjudicar a ningún otro ser vivo, que podría estar listo en el plazo de un año para su salida al mercado. Estos productos están basados en la tecnología RNAi, que permite 'apagar' genes esenciales de las plagas, iniciando así el proceso de destrucción de su estructura RNA. El descubrimiento de este mecanismo de regulación de genes con RNAi recibió el premio Nobel en 2006.
«Este sería el primero de una nueva generación de plaguicidas ecológicos contra la araña roja y otras plagas y enfermedades de los cultivos, como el oídio o la botrytis, cuyos ensayos de campo se prevén ampliar a los viñedos riojanos el próximo año», se felicitó Grbic, quien añadió, además, que «el uso de este mecanismo natural supone una alternativa sostenible al control químico de plagas, en línea con los objetivos de la UE de reducción de tóxicos».