La Rioja afronta un anticipo del verano con máximas en los próximos días de más de 35 grados
La región vive una escalada del calor que culminará con temperaturas cercanas a los 40º tanto el jueves como el viernes
Queda poco para que empiece el verano climatológico. Lo hará el próximo 1 de junio, pero antes un episodio de altas temperaturas actuará a modo de anticipo en numerosos puntos de la Península Ibérica, entre ellos La Rioja. La región, no en vano, soportará tanto el jueves como el viernes, si las previsiones se cumplen, guarismos superiores a los 35 grados centígrados. Un anticipo, en principio corto pero intenso, del calor que vendrá cuando el periodo estival se instale de una manera definitiva.
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Ha costado, pero la primavera parece que ya se prepara, al menos durante unos días, para darle el relevo al verano. Hasta ahora, no ha resultado sencillo ver jornadas con más de 25 grados de máxima y, de hecho, son pocos los días que han cumplido con esa premisa en la última semana. Sí se alcanzaron esos registros el día 21, cuando en Logroño se llegaron a los 25,2º, así como el 24, con un tope de 25,4, también en la capital riojana. El pasado día 25, mientras, en Cenicero rozaron los 27 grados de máxima.
Esas jornadas se han alternado con otras en las que el calor ha perdido presencia (el 22 de mayo, sin ir más lejos, ningún punto de la comunidad autónoma llegó a los 20 grados) y en todos los casos el mercurio se quedará muy lejos de las previsiones que la Agencia Estatal de Meteorología tiene para las jornadas venideras. Así, la subida de temperaturas será paulatina, desde este martes hasta antes del fin de semana.
Para este martes, por ejemplo, se prevé una máxima en la región de 29 grados en Logroño, mientras que el miércoles se pasará a la siguiente decena, con registros de 32 grados tanto en la capital riojana como en Calahorra. El calor, por lo tanto, hará ya un claro acto de presencia esos días, pero la escalada irá a más en las horas siguientes y tanto el jueves como el viernes actuarán como el anticipo más representativo del verano con temperaturas superiores a 35ºC, llegando incluso a los 37 en algunos puntos de la geografía riojana.
A partir de ahí, la incertidumbre sobre el clima aumenta y habrá que esperar a que la semana avance para tener claro el pronóstico para el fin de semana próximo. Aun así, lo previsible es que este episodio de altas temperaturas se disipe y eso puede provocar la aparición de nubes, así como el regreso de los chubascos a La Rioja. De hecho, a partir del vienes la probabilidad de lluvia aumenta hasta situarse en el entorno del 50% y también se pronostica un descenso de las temperaturas que pueden llevar las máximas a cerca de los 25 grados el domingo.
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En España
Después de varias semanas caracterizadas por un tiempo más fresco y lluvioso de la habitual, este fin de semana ha comenzado un periodo de estabilidad con unas temperaturas progresivamente más altas en la Península y Baleares. La causa de este cambio de tiempo se encuentra en la presencia de un potente anticiclón centrado en Azores y que se extiende a toda la Península y Baleares, dando lugar a una gran estabilidad atmosférica, cielos prácticamente despejados y una elevada insolación
Durante los próximos días el aumento de las temperaturas será bastante generalizado y progresivo, alcanzando durante el lunes 26 y martes 27 los 36-38 grados en el valle del Guadalquivir y los 35 grados en el del Guadiana.
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A partir del miércoles 28 es probable que la presencia de una dana entre Canarias y el golfo de Cádiz induzca un viento de componente sur que arrastre una masa de aire cálido, seco y con polvo en suspensión, de origen africano, primero sobre Andalucía y mar de Alborán y posteriormente sobre el centro peninsular. Como consecuencia se producirá un aumento adicional de las temperaturas, con valores propios del verano y, por tanto, claramente más altos de las habituales en estas fechas.
Las zonas más afectadas serán el cuadrante suroeste peninsular, zona centro y el valle del Ebro. Los días álgidos de este episodio serán probablemente el jueves 29 y viernes 30, con unas temperaturas máximas en torno a los 35 grados en la meseta norte, 37 grados en los valles del Ebro y del Tajo, 39 grados en el bajo Guadiana y 40-42 grados en el Guadalquivir.
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Las temperaturas mínimas también subirán durante este episodio pero de forma más lenta y menos intensa. El jueves y viernes serán superiores a los 20 grados solamente en zonas del cuadrante suroeste; y el sábado, en amplias zonas de la mitad sur, del centro peninsular y del valle del Ebro.
El norte de Galicia y área Cantábrica quedarán al margen de este episodio debido al flujo fresco del norte. Las islas Canarias tampoco se verán afectadas debido a la persistencia de los alisios. En el interior de Mallorca se superarán los 30 grados a partir viernes.
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La incertidumbre de la situación meteorológica aumenta de cara al fin de semana por lo que es difícil precisar el fin de este episodio. Es probable que a partir del sábado 31 aumente la inestabilidad atmosférica que podría dar lugar a un aumento de la nubosidad y a alguna tormenta, lo que junto a la posible calima provocaría el inicio de un descenso de las temperaturas.
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