El lamento de Lemadla

Lemadla salió de los campos de refugiados saharuis en el 2001. Hoy vive en Alicante y tiene pasaporte español. Al conocer que el jefe del Frente Polisario, Brahim Gali, está ingresado en el hospital San Pedro, decidió ir a Logroño. A las doce y media de la mañana de este sábado, Lemadla llegó a las puertas del centro sanitario y desplegó una pancarta. La acompañaban otros dos saharuis, nacidos en El Aaiún y residentes en otros puntos de España: Mohammed Trazim y Bachir Abdi. Mohammed aseguraba haber estado recluido en cárceles secretas del Polisario y Bachir indicaba que varios miembros de su familia habían acabado encarcelados en Tinduf.

Lemadla asegura que nadie le dijo nunca de qué se acusaba a su padre. Tampoco sabe dónde está enterrado. «Solo me dicen que murió en la guerra, pero yo sé, por lo que contaron sus compañeros de prisión, que no fue así», asegura. «Me siento dos veces víctima: primero víctima de Marruecos y luego víctima del Frente Polisario». «¡Es que del Polisario fuimos todos!», tercia Bachir.

Ahora los tres, llegados desde diferentes puntos de España, están en Logroño para pedir que Brahim Gali sea juzgado por la Audiencia Nacional. «Queremos que se recupere cuanto antes, que recobre la salud y que sea conducido ante la Justicia para responda de todas estas acusaciones», señala Bachir. «Allí no hay Justicia, no hay nada -apostilla Lemadla-. Cuando llegué a España lo primero que hice fue buscar Justicia». En nombre de todas las «victimas españolas», Lemadla, Mohammed y Bachir pidieron que el dirigente saharaui comparezca ante un tribunal para responder de la acusaciones de «asesinato y secuestro».

Aunque entró con nombre falso, ya se ha sabido que el líder máximo del Frente Polisario lleva una semana ingresado en el hospital San Pedro, rodeado de un secretismo máximo y con presencia policial discreta en los alredores. Ni se he revelado el motivo de su ingreso (unos dicen que sufre de COVID y otros aseguran que padece cáncer en estado avanzado) ni por qué se ha elegido el hospital de Logroño para prestarle atención médica. El Gobierno de Marruecos, país que ocupa ilegalmente la región del Sáhara Occidental desde 1976, ha exigido explicaciones al Ejecutivo español y ha amenazado con frenar la cooperación hispanomarroquí en materia de inmigración y de terrorismo.