Un juzgado condena a ocho meses de prisión a una acusada de dejar morir a sus mascotas

La condena ha sido de ocho meses de prisión y dos años de inhabilitación especial para la tenencia de animales y para profesión, oficio o comercio que tenga que ver con ellos. Y ello porque se ha dado –y todas las partes están de acuerdo, puesto que el fallo se ha alcanzado mediante conformidad– un delito continuado de maltrato injustificado de animales domésticos con causación de su muerte.

Los hechos que relata la sentencia del Juzgado de Instrucción número 2 de Logroño señalan que la persona acusada de abandonar a dos animales de su propiedad –una perra mestiza de mastín con pastor alemán y una gata común europea de color blanco y rojizo– vivía, como inquilina en una vivienda de la calle Marqués de San Nicolás de Logroño.

También refiere que esta persona tuvo problemas económicos y decidió buscar una nueva vivienda. «En fecha no determinada, a principios de 2020, la acusada abandonó el domicilio donde vivía como inquilina, dejando allí encerradas a la perra y a la gata de su propiedad y no quería entregar a los animales a ninguna persona ni asociación», señala también el fallo.

«Al no procurar la acusada que sus animales tuvieran acceso a alimento e hidratación, la perra y la gata murieron en pocos días por inanición. A la conclusión del arriendo, el 1 de febrero de 2020, y como desde la vivienda se desprendiera un hedor característico –el de seres vivos en descomposición–, el propietario del piso, acompañado por agentes de la Policía Local, entró en la vivienda a las 20 horas del día 3 de febrero de 2020, hallando esta en elevado estado de suciedad y abandono. Los animales fallecidos se encontraban en el suelo del dormitorio –la perra– y en el suelo del salón –la gata–; presentaban una delgadez extrema y un alto grado de autolisis, estando llenos de insectos», describe la sentencia.

También se detalla que la perra llevaba el bozal puesto y que los cadáveres de los animales fueron trasladados al centro de acogida de animales, donde se incineraron y donde no se pudo realizar la necropsia por el alto grado de autolisis.

La Asociación Protectora de Animales en La Rioja (APARIOJA) ha participado en este caso como acusación particular, lo mismo que en estos momentos se encuentra personado en otro asunto. Su presidenta, Carmen Faulín, ha señalado la necesidad «de tirar del carro» en situaciones como esta pese al esfuerzo que representa para la entidad.