Los jesuitas expulsan a Marko Rupnik, autor de varias obras en la catedral de la Santo Domingo
El sacerdote acusado de abusos durante treinta años, habría quebrantado las limitaciones de la orden y rechazado cambiar de comunidad
La Compañía de Jesús ha expulsado al sacerdote esloveno y artista Marko Rupnik, acusado de abusos sexuales, psicológicos y espirituales que presuntamente cometió desde los ... años 90 contra varias monjas. Las obras de Rupnik se encuentran en templos de todo el mundo, como en la catedral de Santo Domingo de La Calzada, con las vidrieras como más reciente instalación. Otras instituciones decidieron romper su relación con el artista una vez conocidas estas acusaciones.
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Los jesuitas han tomado la decisión de expulsarle ante la desobediencia del sacerdote, «por su obstinado rechazo» a cambiar de comunidad y a aceptar la «última oportunidad como jesuita para reconciliarse con su pasado». Se trata de un nuevo capítulo en una polémica que estalló en diciembre, cuando se dio a conocer la investigación por agresiones sexuales y abusos psicológicos y espirituales durante más de treinta años. La lista de víctimas era numerosa, comenzando por varias monjas de la comunidad Loyola de Liubliana.
En el mes de febrero, el encargado de los jesuitas en la Santa Sede, Johan Verschueren, afirmaba que la comisión encargada del caso había recibido «nuevos testimonios y denuncias sobre el padre Marko Rupnik», pertenecientes a «personas que no se conocen entre sí, y los hechos narrados se refieren a periodos diferentes». Los jesuitas otorgaban credibilidad a estas acusaciones y les llevaban a prohibir a Rupnik «toda actividad artística pública», así como a salir de la región italiana del Lacio, donde se encontraba, y a participar en cualquier actividad pública religiosa.
Sin embargo, estas limitaciones de la orden religiosa parecen haber sido vulneradas por el sacerdote esloveno, que continuaba viajando y realizando proyectos artísticos. «Se trata de una seria transgresión de las medidas restrictivas impuestas al padre Rupnik», declaraba hace unos días Verschueren, responsable de la Compañía de Jesús. Estas cuestiones, añadidas al rechazo al cambio de comunidad religiosa, motivaron la expulsión del sacerdote de la orden. Desde el taller Aletti, centro artístico y religioso de Rupnik, acusaban a los jesuitas de «una campaña mediática basada en acusaciones difamatorias».
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Las aportaciones de Rupnik en la catedral de Santo Domingo comenzaron en 2017, con la inauguración del rosetón; en 2019 concluyó la cripta del Santo; y en febrero de este año se instalaron las vidrieras, encargo realizado antes de salir a la luz los abusos pero inaugurado una vez ya conocidos.
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