Ingeniería al servicio de las personas

¿Qué tienen en común un soporte para dejar el café en su silla de ruedas eléctrica, un dosificador de garbanzos, un dispositivo para abrir embalajes de galletas con una mano, otro para proteger los dedos al cortar alimentos o un adaptador para abrir y cerrar la puerta del lavavajillas?

Todos ellos son inventos desarrollados por estudiantes de la Escuela Técnica de Ingeniería Industrial de la Universidad de La Rioja, pero hay algo más: facilitar la vida a las personas con dependencia.

Todo comenzó en 2018. Los docentes de la asignatura Tecnología de la Fabricación de 2º del Grado en Ingeniería Industrial reforzaron el carácter práctico de la materia. Su intención era doble: que el alumnado aplicara los conocimientos teóricos adquiridos y que tuviera impacto en la sociedad. Así, se les propuso que diseñaran y fabricaran útiles que facilitaran el día a día de personas con algún tipo de necesidad especial.

Una vez completadas sus propuestas, la profesora Alpha V. Pernía organizó una presentación de los proyectos a diferentes asociaciones, que se mostraron muy interesadas en los trabajos. Así, desde ese curso, las propias entidades plantean las necesidades de sus usuarios para que los alumnos busquen una solución; aunque últimamente son estos quienes plantean el problema y prueban los prototipos para mejorar el producto y su aplicabilidad.

Esta actividad se encuadra en el Proyecto OSOR (Open Source and Responsability) y ha dado lugar a la Feria de Ingeniería para Personas en Situación de Dependencia en la que cada año se exponen los desarrollos del alumnado, que se publican de forma abierta y gratuita en Internet, por lo que son accesibles para cualquier interesado en el desarrollo: todos se pueden fabricar con impresoras 3D y su coste no suele exceder los 10 euros, salvo en casos excepcionales.

Alpha V. Pernía, profesora responsable de la asignatura, reconoce que el trabajo del alumno es intenso y gratificante: «Ven que los conocimientos teóricos tienen una aplicación práctica y que su trabajo sirve para hacer la vida más fácil a quien lo necesita. Se genera un sentimiento de empatía que se ha intensificado desde que el usuario interacciona con los alumnos para mejorar el producto».

La catedrática de la Universidad de La Rioja, sostiene que «con este tipo de trabajos, los alumnos se dan cuenta de que la ingeniería no es sólo números, sino que tiene una parte social muy importante, que puede influir y mejorar la vida de las personas».

Hasta el momento todos los trabajos que se han realizado en el marco de la asignatura se han publicado en internet y cualquiera que lo desee puede descargarse el prototipo. En cualquier caso, los alumnos son informados de que son libres para registrar la patente e intentar desarrollar comercialmente el producto.

En todo caso, hasta la fecha ninguna empresa se ha puesto en contacto con los responsables del programa OSOR, que forma parte de los Proyectos de Innovación Docente 'Desarrollo de Responsabilidad Social y Competencias Técnicas en los Grados de Ingeniería Industrial a través del Aprendizaje-Servicio y la Inteligencia Artificial', financiados por el Vicerrectorado de Formación Continua y Extensión Universitario de la Universidad de La Rioja.

Además, desde hace algún tiempo, al desarrollo de algunas de las propuestas se han unido grupos de estudiantes de Diseño de Producto del Tecnológico de Monterrey (México) y de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Salamanca. «Esto aumenta aún más la calidad de la enseñanza porque los alumnos se ven obligados a trabajar en equipo y aproximan más la experiencia a lo que se van a encontrar en la vida real, cuando lleguen al mercado laboral», completa la profesora.

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