El fiscal eleva a 8 años la petición de cárcel para la psicóloga y su expareja
La defensa insiste en la inocencia, pide la absolución y descarga responsabilidad contra un empleado de la inmobiliaria
En sus conclusiones finales, la Fiscalía elevó de seis a ocho años de cárcel la petición de cárcel para María José Rubio Pérez y su ... expareja V.B.C., que ayer se enfrentaban a la segunda y última sesión de un juicio que quedó visto para sentencia.
La misma pena reclama la acusación particular, que se sumó a la petición de la acusación pública, tanto en la de prisión, como en la de la multa de 7.200 euros y la indemnización millonaria (1,3 millones de euros) que reclaman para los afectados por la trama.
Por su parte, la defensa, insistió en la inocencia de los dos procesados y por tanto reclamó la absolución o, subsidiariamente, que sean condenados a dos años de cárcel por apropiación indebida y se aplique la atenuante de dilaciones indebidas.
En la sesión de ayer, los testigos que declararon describieron que con ellos, los dos acusados, pero especialmente Rubio Pérez, habían utilizado el mismo 'modus operandi'. Les mostraban un negocio próspero, una inversión suculenta y les garantizaban que obtendrían beneficios gracias a las subastas de pisos a las que la acusada decía que acudía. Para ello les pedía dinero en metálico y a cambio les entregaba un pagaré como aval de que nunca perderían el dinero desembolsado, aunque este final no se cumplió nunca. Ninguno de los pagarés entregados por la exdecana tenía fondos.
«Imagínese cómo me quedé cuando tuve que dar la cara para decir que nos había timado», señala una víctima
El testimonio de las víctimas volvió a poner ayer de relieve que la acusada en más de una ocasión simuló tener un estatus que no era tal y se dibujó un pasado que no se correspondería con la realidad. Algunas de las víctimas señalaron que Rubio Pérez les mencionó que era sobrina del exgobernador del Banco de España Mariano Rubio. En concreto, uno de los afectados explicó que en su caso le dio en mano 28.800 euros a la acusada porque le dijo que le iba a rendir y que «incluso invertía dinero del Rey». Volvió a poner más dinero y a cambio le dio otro pagaré que cobraría al vencimiento, pero antes ella desapareció porque, según la versión de la exdecana, se le había matado su sobrino y no podría devolver el dinero porque había crisis.
Otro de las testigos lamentó el daño moral y económico infligido por la acusada en quien había depositado su confianza totalmente, incluso avaló su candidatura a pilotar el colegio de Psicólogos. «Confiaba totalmente en ella, incluso la avalé, eso es lo terrible, imagínese qué cara se me quedó cuando tuve que dar la cara para decir que nos había timado». En su caso aportó 5.000 euros para un negocio del que no entendía.
La defensa, al igual que había hecho la acusada un día antes, volvió a poner en el foco sobre uno de los testigos y empleados de la inmobiliaria como responsable de la trama. «Fue él quien la convenció y en cuanto surgieron los problemas salió corriendo», dijo. Su cliente, señaló, se habría enterado de las irregularidades cuando «saltó todo».
Para la Fiscalía, los acusados «sabían perfectamente lo que hacían y cuánto dolor y esfuerzo iba a suponer para las víctimas que la consideraban su amiga». Responsabilizó a Rubio de abusar de su condición de psicóloga para «escoger a las víctimas más endebles» y de usar al empleado de la inmobiliaria, sobre quien descargan responsabilidades, como hombre de paja.
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