Akram, con las firmas que llevó a la Consejería Miguel Peche

La estudiante del IES Sagasta que quiere llevar velo en clase presenta 11.000 firmas en la Consejería

Eman Akram ha reunido apoyos a través de Change.org para sostener su «derecho a portar el pañuelo islámico» en el interior del instituto

Pío García

Logroño

Miércoles, 15 de octubre 2025, 11:36

Eman Akram, la estudiante que ha entablado una batalla contra la Administración educativa para que le permitan asistir a clase con el velo islámico, ha acudido este miércoles por la mañana a la sede de la Consejería para entregar las 11.000 firmas que ha reunido a través de la plataforma Change.org. Akram cursa primero de Bachillerato Internacional en el IES Sagasta, que desde este año es uno de los cinco institutos riojanos que no permiten entrar en el aula con la cabeza cubierta, ni siquiera por motivos religiosos.

Publicidad

Akram depositó las firmas, que llevaba en una caja de cartón, en el registro de la Consejería de Educación. Minutos antes atendió a los muchos medios de comunicación, no todos locales, que estaban presentes en la explanada de la Bene. La alumna, española de origen pakistaní, ha recogido estos apoyos después de no haber obtenido respuesta favorable ni del centro educativo ni del Gobierno de La Rioja ni de la organización que tutela el Bachillerato Internacional, con sede en Cardiff y a la que recurrió este verano, cuando supo que se iba a encontrar con ese problema en el IES Sagasta.

Ante la prensa, Eman Akram defiende que su derecho a portar el velo islámico nace de la Constitución española y que ningún reglamento de orden interno puede vulnerarlo. «Me siento humillada –aseguró ayer–. Yo me he puesto el pañuelo como musulmana por mi propia voluntad. Lo mismo es obligar a una persona a llevar el velo que obligarle a quitárselo. Creo que no existe fundamento para esta prohibición porque tanto la libertad religiosa como la de expresión están recogidas en la Constitución. Esto no es laicidad; España es democrática y hay que cumplir la Constitución».

La estudiante, que ahora se destapa la cabeza para acudir a clase, no sabe qué pasos dará a partir de este momento. «Tengo que mirarlo porque tampoco quiero que perjudique a mis estudios», señala Akram, que agradece el respaldo de muchos compañeros y profesores. «La Consejería debe tomar decisiones –resuelve–. Si en los institutos empiezan a prohibir el velo, estarán obligando a los musulmanes a elegir entre religión y educación y las dos cosas son fundamentales para una persona».

Hasta la fecha, el departamento que dirige Alberto Galiana ha optado por no intervenir en la cuestión, en parte por respetar «la autonomía de los centros» y en parte por considerar que esta materia, de regularse, debería hacerse a nivel estatal y por ley orgánica.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¡Oferta especial!

Publicidad