Estafa, triángulo amoroso y móviles: el complicado caso del crimen del profesor
El responsable de la investigación policial ve como «lo más lógico» la existencia de una relación a tres bandas y que la clave del homicidio fue frenar el proceso judicial abierto por la víctima contra la acusada
En un juicio sin pruebas directas como el de Pedro José Sáez, el profesor asesinado en su casa en febrero de 2020, los indicios van ... a ser clave para el jurado que deberá decidir sobre la inocencia o culpabilidad de los dos acusados. Y en esta tercera sesión, los argumentos que pueden desequilibrar esa balanza los ha presentado el investigador responsable de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta. Argumentos y también sospechas que complican un caso ya de por sí difícil, puesto que al intento de frenar la denuncia de la víctima como causa del homicidio, según ha defendido este miércoles, se suma también un nuevo vínculo sentimental: la posible relación entre el hombre acusado y el profesor asesinado.
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El agente de la Policía Nacional ha desvelado cómo se realizó la investigación, desde el hallazgo de hilos sueltos a la composición de un cuadro completo. Tras descubrir el cuerpo del profesor, cuya muerte ha situado exactamente a las 10.45 horas por el testimonio de los vecinos, los uniformados trataron de marcar quién estuvo cerca de la zona.
Y en mayo, en la casa, se encontró la denuncia contra la ahora acusada por la estafa económica, lo que añadió el nombre a esa ecuación. Un nombre habitual en la Jefatura: «Conocíamos a la acusada por hechos similares, por estafas sobre personas mayores con falsas relaciones sentimentales».
Pero al estudiar si el teléfono de la imputada estaba en la zona en el momento de los hechos, descubrieron que no, que se encontraba en Madrid. Pero sí se halló un terminal que en las jornadas previas y esa misma mañana se situaban en la zona del domicilio de Pedro José: el de su pareja sentimenal. En total, 17 intentos de contacto telefónico por parte de la encausada y dirigidos al otro imputado entre las 10.44 y las 10.56 de ese 18 de febrero, momentos en los que se sitúa el crimen.
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«Iba siempre con hombres mayores y distintos»
Por la tarde de esa jornada, cincuenta llamadas fueron las que se intercambiaron entre los teléfonos de los dos acusados, aunque en este caso siempre saliendo del terminal del hombre. El día 20, el teléfono el encausado sale de Logroño y va a Madrid y el 21 cruza la frontera en autobús rumbo a Italia después de decirle a su jefe que su madre se encontraba moribunda y dejar precipitadamente su domicilio. «Tantas circunstancias aleatorias no se dan juntas», ha señalado el instructor, aunque ha reconocido que no se hallaron huellas o restos de ADN en la vivienda.
Lo que sí ha defendido el agente de la Policía Nacional es que, de prosperar la denuncia de Pedro José contra la acusada, el mundo de esta se podía venir abajo, por lo que intuye que la intención de los imputados era la de evitar que la denuncia por estafa prosperase. «El problema fundamental era el dinero que quería recuperar Pedro José. La imputada era el sustento de su familia, su ingreso en prisión sería un golpe en la línea de flotación de su familia, no solo para su relación con el otro acusado», ha desgranado. «El móvil procesal [evitar que siguiera delante la denuncia por estafa] es la clave aquí», ha mantenido.
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Un teléfono y un cruce de relaciones
Pero este miércoles no solo se hablado de ubicaciones móviles y posible autoría del crimen. Al igual que en la primera sesión del juicio, un teléfono móvil propiedad de Pedro José y encontrado en su vivienda volvió a ser objeto de largo debate. En el terminal se recuperaron una agenda, contactos, búsquedas en internet, incluidas de pornografía con animales... Y se descubrió que el imputado había utilizado ese teléfono entre el 28 de mayo y el 7 de junio de 2018. Precisamente en la madrugada del 2 de junio, la encausada manda un mensaje al terminal: «¿Yo puta? ¿Te gusta él? Que te den por el culo». Y, en esos momentos aparecen varias imágenes de Pedro José. «Eso nos da indicios de que podía existir una relación entre Pedro José y el acusado», ha explicado el policía.
«¿Le parece lógico que por dos pantallazos de teléfono pueda decir que mantenía relaciones sexuales con el acusado?», ha preguntado la defensa de la acusada. «Desconozco con exactitud si las mantenía, pero valoro el contenido literal de un mensaje, valoro las circunstancias objetivas. Si me pregunta si podía tener una vida sexual en ese sentido, lo desconozco», ha respondido, pero manteniendo que esa es la opción más lógica según los investigadores. «Que exista una relación sentimental o sexual entre ellos no modifica el transcurso de los acontecimientos», ha reiterado posteriormente a preguntas de la abogada del acusado.
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Y, es más, desveló un posible triángulo amoroso. «Es evidente que los dos acusados mantenían una relación sentimental y que en 2019 ella pudo estar embarzada de él. De la misma forma, Pedro José y la acusada la mantuvieron durante ese tiempo. Y también pudo haber una entre Pedro José y el acusado», ha señalado el agente.
La exmujer de la víctima descarta que pudiera tener relaciones con el acusado
«No lo creo para nada, en absoluto», ha respondido la exmujer de Pedro José Sáez, el profesor asesinado en Logroño el 18 de febrero de 2020 cuando la abogado del acusado le ha preguntado si ambos podían mantener una relación sentimental. «La Policía deduce que tenía relaciones con ese hombre», ha insinuado la abogada. Pero la expareja no daba ningún crédito. Ese inesperado punto morboso se ha colado en un testimonio marcado por el cariño y el llanto de una mujer que, pese a una separación ocurrida en 2007, mantenía «una relación muy cordial, con al menos dos llamadas al día y una presencial casi todos los días». A pesar de esta intimidad mantenida, la exmujer de Pedro José ha explicado que él nunca le había hablado de una relación de pareja con la acusada (ni con otra mujer). «Posiblemente fue la policía, muy posteriormente, cuando me habló de eso», ha incidido. Tampoco si había prestado dinero o había sido víctima de una estafa. «Él manejaba sus finanzas a su manera, como yo lo hacía con la mía», ha indicado.
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