En batallón, preparados para luchar contra las llamas
La Cuadrilla de Acción Rápida inaugura la temporada de alto riesgo, que se adelanta dos semanas, con 300 efectivos, dos aviones y un helicóptero
La labor de la Cuadrilla de Acción Rápida en Incendios Forestales (CARIF) resulta esencial para sofocar los fuegos. Son los primeros efectivos en llegar, junto a otros dos técnicos, operarios y mecánicos de la unidad, a los pastos, campos o bosques en los que se originan las devastadoras llamas. Todos ellos, que este año ascienden a 21 miembros, se trasladan en el helicóptero del Ejecutivo regional y realizan un rápido diagnóstico para detectar de qué manera está atacando el fuego en la zona afectada de la comunidad. Después, todo sigue su curso en coordinación con el resto de medios aéreos y terrestres desplegados, que luchan contra las llamas en la temporada de más alto riesgo.
Un amplio operativo en el que participarán más de 300 profesionales en La Rioja y que se vio reforzado este lunes con dos aviones de carga en tierra AT-802, con capacidad para 3.100 litros de agua, contratados por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. «Espero que no salgáis», le decía esperanzada Concha Andreu, presidenta del Gobierno de La Rioja, a uno de los técnicos de la CARIF en la presentación en la base aérea de Agoncillo de los medios aéreos que se incorporan a la campaña de extinción de incendios.
Un optimismo que, no obstante, fue moderado, debido a que el operativo ha tenido que anticiparse dos semanas en el calendario -habitualmente se ponía en marcha el 15 de julio- por la sequía y las altas temperaturas extremas. De ahí la importancia de adelantarlo y reforzarlo. «Es clave en estos periodos de estío. Cada vez se adelantan más, como hemos podido ver en estas dos semanas de calor, que afectaron tanto a la Sierra de la Culebra como a nuestros vecinos navarros», aseguró Andreu, quien añadió que «cada vez hay que mirar más hacia la realidad de adelanto del riesgo que estamos viviendo».
«Espero que no tengáis que salir», le decía esperanzada Concha Andreu a uno de los técnicos de la CARIF
«La ciudadanía tiene que ser consciente del elevado riesgo de incendio para evitar posibles catástrofes»
Por su parte, la delegada del Gobierno en La Rioja, María Marrodán, hizo especial hincapié en que los dispositivos antiincendios riojanos están preparados y entrenados «al máximo de sus capacidades» para intervenir en caso de que sea necesario. «El ejercicio pasado tuvimos una temporada dura. Este año esperamos que no sea así, que la pasemos más tranquilos, pero gracias a la colaboración coordinada con todas las unidades estamos preparados. Tenemos los mejores equipos técnicos y también humanos», resaltó. Esta campaña estival, como viene siendo habitual, se complementará con el resto de unidades desplegadas a nivel estatal, como la DGT, la UME, las Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales (BRIF) o las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. «Los gobiernos estamos preparados y reforzados, pero la ciudadanía tiene que estar atenta ante cualquier situación de alerta y ser consciente del elevado riesgo de incendios para ser cuidadosos entre todos y evitar las catástrofes que puedan llegar a suceder», advirtió Marrodán.
Más medios
El pasado viernes, dentro de la campaña antiincendios del periodo estival, también entraron en funcionamiento 5 de las 15 torretas que están habilitadas en zonas estratégicas, donde se velará de manera permanente ante cualquier aparición de humo. Unos medios de prevención que este año, como destacó Marrodán, han podido materializarse y reforzarse con la inversión de los fondos Next Generation-EU. «Gracias a la ayuda europea podemos complementar ese esfuerzo en acciones reales para ofrecer soluciones, reforzar y mejorar nuestros sistemas de lucha contra los incendios forestales», reseñó.
Por otro lado, desde el Ejecutivo regional se han invertido 9 millones de euros para mejorar el dispositivo antincendios. En concreto, se ha destinado un millón, procedente del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, para renovar seis vehículos todoterreno y dos camiones autobomba forestales. Los otros ocho millones restantes han ido a mejorar las instalaciones de la base de medios aéreos de Agoncillo, en la que permanecen a diario los miembros de la CARIF.
Asimismo, también se han habilitado 13 cámaras de vigilancia para detectar los primeros signos de fuego en puntos muertos u oscuros de los montes de la región. Como detalló Andreu, «se complementarán con las cámaras para que, en cuanto haya un rayo o un conato de incendio, puedan acudir en esos primeros segundos o minutos, que son clave». «Tenemos el material listo y en disposición para que, ante cualquier aviso, puedan salir a sofocarlo o a socorrer a las personas», concluyó la presidenta regional.
Jorge Roldán | Técnico de la CARIF
«No sé si tendremos que intervenir, pero no bajaremos la guardia en ningún momento»
Roldán asegura que, a pesar de que ahora «hay incendios más problemáticos», desde la CARIF están preparados «para lo que pueda venir»
Nunca hay un incendio igual que otro, ni una temporada de extinción similar a la anterior. Siempre influyen determinadas circunstancias, como la meteorología, con su sequía y las distintas olas de calor, así como el factor humano o las zonas de cultivo abandonadas, que incrementan los focos de riesgo.
Por eso, desde la Cuadrilla de Acción Rápida en Incendios Forestales tratan de prepararse a diario para afrontar la peor de las situaciones posibles en la época de mayor riesgo de incendios. «Siempre intentamos prepararnos lo mejor posible para todo lo que pueda venir, porque los incendios son cada vez más virulentos. Últimamente hay periodos más problemáticos, con más vegetación en el campo por el abandono de las zonas rurales y más combustible», advierte Jorge Roldán, técnico de la CARIF desde hace 17 años, que ayer participó en el dispositivo.
Una campaña de lucha contra los incendios forestales que, aunque su incidencia no es «tan grande» como en otras comunidades autónomas, sí que ha tenido que adelantarse en el calendario por factores meteorológicos extremos. «No tenemos la experiencia en actividad real que pueden tener otras regiones, pero nuestro dispositivo está muy bien preparado y formado, con bastantes medios técnicos», asegura. De ahí que «esta ola de calor tan temprana nos haya puesto en alerta y avisado de forma anticipada que el verano ya está aquí», añade Roldán. Por eso, a pesar de que esta campaña pueda resultar complicada, el técnico riojano mira con cierto optimismo la temporada estival. «Mis sensaciones son buenas», reconoce. «Cada año estamos más preparados para lo que pueda venir. No sé si tendremos que intervenir, pero de aquí al 30 de octubre no bajaremos la guardia en ningún momento».
El problema, apunta, es que todavía falta mucha sensibilización sobre las devastadoras consecuencias de los incendios. «Nosotros somos un recurso más de extinción, pero sin la concienciación ciudadana no podemos hacer nada. La sociedad tiene que estar preparada, tener una concienciación suficiente para reducir los riesgos y tener claro que en el monte tienen que extremar las precauciones». Una falta de sensibilización que se acentúa en La Rioja por su población, que es básicamente urbana. «Vivimos desligados del campo y del monte, lo vemos todo de forma bastante idílica y no nos damos cuenta de que nuestras acciones implican unos riesgos que no se pueden asumir», concluye Roldán.