Los lazos de colores, preparados en la mesa para ser colgados en el árbol de la plaza de la Diversidad en el acto convocado por Color a la Vida. Juan Marín

«Estamos aquí para dar la cara y defender que no nos tenemos que avergonzar»

Yoryina Pérez, vicepresidenta de Color a la Vida, recuerda que «un suicidio deja en el camino supervivientes con un trauma emocional de muchísimos años e, incluso, de por vida»

Sábado, 16 de noviembre 2024, 08:28

Junto a su gemela Romina y los hermanos Pablo y Ana González, Yoryina Pérez ayudó a alumbrar una asociación que los cuatro echaron de menos en su drama familiar. Así nació Color a la Vida en diciembre de 2018, cuyo objetivo prioritario «es dar visibilidad al fenómeno del suicidio y a los supervivientes, a los que quedamos tras la pérdida de un ser querido por suicidio, que no es un duelo al uso, sino muy complicado y para lo que todavía no disponemos de recursos sanitarios para poder elaborarlo en condiciones. A la par tampoco la sociedad está preparada para acompañarnos en el trauma y el dolor que queda», defiende la vicepresidenta de la entidad.

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«Se calcula que alrededor de cada una de estas pérdidas quedan un mínimo de entre 6 y 7 supervivientes profundamente dolidos»

Yoryina Pérez

Vicepresidenta de Color a la Vida

«Hay que romper con ese tabú de siglos, con el estigma y la vergüenza que acosa al superviviente. Por eso estamos aquí nosotros, para dar la cara y defender que no nos tenemos que avergonzar por una drama que es la primera causa de muerte no natural e, insisto, romper con ese tabú, con ese estigma y con esa vergüenza que han hecho muchísimo daño. Si logramos que las personas que tienen esa ideación puedan verbalizarlo y los tratamos como si tuviesen cualquier otra enfermedad, pues se reducirían bastante los suicidios, un drama que no solo causa una víctima, sino muchas. De hecho, se calcula que alrededor de cada una de estas pérdidas quedan un mínimo de entre 6 y 7 supervivientes profundamente dolidos, con un trauma emocional y un largo camino de superación y elaboración de su duelo, que puede ser incluso de muchísimos años y si no haces nada y no lo trabajas, de por vida», asegura Yoryina Pérez.

Color a la vida

  • Nació en diciembre de 2018 gracias al impulso de dos parejas de hermanos, Romina y Yoryina Pérez y Pablo y Ana González. Ofrece apoyo, terapia individual y grupal y celebra encuentros mensuales de supervivientes.

  • Teléfono de contacto 605 173 430

  • Correo electrónico y web asociacioncoloralavida@gmail.com y www.coloralavida.es.

Por eso las puertas de Color a la Vida, aunque sin sede, pero con un aula cedida por Salvatorianos, están siempre abiertas. Ya ha prestado atención a unas 75 personas desde su constitución hace casi seis años. «Cuando el superviviente nos llama, acudimos dos miembros de la asociación para mantener un encuentro personal e íntimo con esa persona, le ofrecemos un acompañamiento emocional, una escucha activa y le damos la información de lo que hace la asociación, que es ofrecerle terapia individual y, cuando ya esté preparada, puede pasar a terapia grupal, que también es muy potente. Además, los supervivientes celebramos encuentros mensuales, nos contamos cómo estamos, hablamos de qué eventos vamos a tener, de acciones formativas para nosotros y luego para el resto de la sociedad, a través de ayuntamientos, en los colegios…», remata una de las responsables de la entidad, que acaba de recibir una buena noticia. «Esta próxima semana vamos a firmar un convenio con la Consejería de Salud y Políticas Sociales, es el primero, por el que vamos a disponer de la cantidad de 6.000 euros para poder hacer frente a los gastos de esas terapias individuales y grupales», se felicita Yoryina Pérez.

Asistentes al acto con el que se conmemoró el viernes por la tarde en Logroño el Día Internacional del Superviviente del Suicidio.

Lazos de color para el recuerdo y derribar los muros de la vergüenza

Cada tercer fin de semana de noviembre se conmemora el Día Internacional del Superviviente del Suicidio y Color a la Vida, la asociación riojana de personas que han sufrido la pérdida de un ser querido por este drama, llevó el viernes por la tarde su cita a la plaza de la Diversidad. Vivencias personales, una escenografía teatral a cargo de Violeta y Péndula y música cedieron luego el protagonismo a la iniciativa más especial, la colocación en las ramas del gran árbol de este céntrico espacio de unas cintas de colores con mensajes de los supervivientes. Ahí permanecerán durante 10 días, según el compromiso alcanzado con el Ayuntamiento de Logroño, en favor de la visibilización de este problema, un gesto que la entidad quiere extender en el futuro a todo el año.

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