Coto a las tractoradas sin control

El comunicado de la Delegación del Gobierno pilló a los 'chalecos amarillos' reunidos en el Consejo Regulador y con sus tractores aparcados a lo largo de la calle Estambrera. «Nos hemos tenido que marchar porque la delegada del Gobierno ha dicho que si estamos con los tractores nos va a multar», decía Adrián Blanco, viticultor de San Asensio y uno de los representantes de los 'chalecos amarillos'. La Delegación había adoptado nuevas medidas después de una reunión de coordinación con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE) y «a la vista del nuevo escenario de movilizaciones alcanzado este fin de semana, en el que los movilizados siguen sin comunicar sus movimientos, cambiando continuamente de intenciones e interfiriendo fuertemente con otros derechos de los vecinos y vecinas de Logroño».

Incidían que «todos los eventos deben ajustarse a la legislación vigente en todas las materias, incluidas en ordenanzas municipales, seguridad vial y seguridad ciudadana». El tono y las instrucciones suponen un punto de inflexión en cuanto al mensaje de la Delegación y a la actuación policial durante las protestas que arrancaron hace dos semanas, ya que determina que a partir de ahora se limitará la entrada de tractores a Logroño, se sancionarán las infracciones de tráfico y se denunciarán las situaciones de desobediencia hacia las FCSE.

Mientras, los 'chalecos amarillos' vivían la continuación de un domingo en el que tomaron la Gran Vía con un centenar de tractores. Allí estuvieron hasta pasada la medianoche, cuando dejaron esas posiciones para trasladarse al extrarradio de la ciudad. Eligieron las inmediaciones de Merca Rioja para instalarse y, en algún caso pasar la noche.

«Hemos hecho lumbre y hemos estado esperando a que viniera algún camión a descargar, pero no ha venido», aseguraba a primera hora de la mañana Francisco Fernández, de Hormilla. A las seis, solo quedaba un pequeño grupo a las puertas de Merca Rioja. Cerca de ellos, una decena de tractores reposaban bien aparcados. El resto de la ciudad despertaba también sin sobresaltos.

Las protestas del lunes, por lo tanto, no tuvieron nada que ver ni en número ni en intensidad con las de esos primeros días de movilizaciones, aunque los portavoces de los 'chalecos amarillos' siguen destacando «la unidad» que existe en el sector.

Conforme la mañana fue avanzando, el número de personas congregadas frente a Merca Rioja aumentaba. Así, a las siete llegaron veinte tractores procedentes de La Rioja Alta y alrededor de unas 25 personas se dieron cita en el paso de peatones de acceso impidiendo la entrada y salida de vehículos de la instalación, si bien se retiraban cuando la Policía lo requería. Una mujer, que salió de Merca Rioja, les reclamó que se fueran a supermercados como «Mercadona o Eroski». «Vete a casa, que estás resabiada», le respondió uno de los presentes.

Un momento puntual en una jornada tranquila a la que, cerca de las nueve de la mañana, se sumó otro grupo de tractores. Pasadas las diez de la mañana comenzaron los movimientos para organizar una caravana por el centro de la ciudad. Un recorrido que fue consensuado con la Policía Nacional, que lo único que les rogó es que no transitaran por El Espolón. Pasadas las diez y media comenzó el desfilar de tractores (unos 55) de oeste a este, concluyendo en el Consejo Regulador, otro punto neurálgico de las protestas.

Allí, cinco de sus representantes (todos de La Rioja Alta) se reunieron con Pablo Franco, director técnico del Consejo, e Íñigo Tapiador, director de marketing, para trasladarles una vez más sus reclamaciones. «Hemos reivindicado un mayor control sobre el vino de mesa y las calidades de Rioja, un mayor valor al viñedo antiguo; plantear el arranque de viñedo de forma consensuada; y que la interprofesional se adapte a los nuevos tiempos, no a los antiguos del Consejo Regulador, cuando no había problemas y las ventas no caían», exponía Adrián Blanco.

Sobre el «control de la masa vegetal», comentaba que «La Rioja Baja no estaba de acuerdo, se tuvo que quitar del manifiesto pero en el consensuado por La Rioja Alta sí que estaba y se ha vuelto a poner sobre la mesa». También las reivindicaciones contra el vino de mesa habían generado opiniones contrarias entre los 'chalecos amarillos', y Blanco recordaba que «debemos llegar a un consenso». En ese punto se encuentran ahora, anunciando que en los próximos días presentarán «un manifiesto pactado con los sindicatos y la organización» que llevarán al Consejo Regulador para que esas medidas sean aprobadas por el Pleno.

A las tres de la tarde, los tractores se retiraron tras una larga jornada y a la espera de nuevas convocatorias. Mientras, las organizaciones riojanas ARAG-Asaja, UAGR-COAG y UPA-UGT confirmaban su presencia en Madrid el 26 de febrero en la manifestación que coincide con la reunión del Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea.

En la tarde de este lunes, los agricultores compartieron a través de WhatsApp un comunicado en el que afirman que este martes tendrá lugar la segunda reunión de la asamblea del movimiento agrícola-ganadero con las OPAS. Dicha reunión tendrá lugar a las 12.00 horas, en la sala de juntas de la Consejeria de Agricultura en Logroño.

«En esta reunión se tratará la mesa del vino, sus reformas y el viaje a Madrid (autobuses, rutas, planing…). Se han recopilado varios puntos a tratar con sus respectivas peticiones. A la mesa del vino acudirán 1 asambleario de cada zona de las cuales componen el consejo regulador: Rioja Alta, Media, Baja, Rioja Alavesa y Navarra. A la finalización de la reunión haremos público el acuerdo si llega para que las bases (miembros del Movimiento) lo refrenden», explican en el mensaje.