Logroñeses en los balcones del edificio Capitol aplaudiendo con el Labrador como testigo. JUSTO RODRÍGUEZ

La hermandad de los balcones

Las movilizaciones diarias en apoyo a los héroes de la crisis ganan adeptos

Jorge Alacid

Logroño

Sábado, 21 de marzo 2020, 08:30

Salir al balcón y saludar a las caras conocidas del vecindario, también a las desconocidas. Mejor dicho, las que eran desconocidas hasta que hace una semana prendió la mecha de la solidaridad en forma de ovación general, cada cual desde su hogar, a los héroes y heroínas de la crisis: el combate contra el virus desata en forma de aplauso colectivo una oleada de afecto generalizado hacia el personal sanitario y también hacia todas esas manos anónimas que se aseguran de que La Rioja siga funcionando.

Publicidad

Ocurre en Logroño, donde cada día a las ocho de la tarde a la descarga de aplausos se suma el vecino adicto al 'bakalao' con sus bafles tronando, el músico amateur y una sección de viento improvisada a mayor gloria de Paquito el Chocolatero y el Dúo Dinámico, con fanfarria final a cargo de esos vehículos sanitarios y de Policía que hacen sonar sus sirenas y transforman durante unos minutos el ruido ambiente en una oleada de afecto a quienes se ocupan de garantizar el bien común. En Alfaro, por ejemplo, los vecinos entonan desde sus casas una coplilla charanguera adaptada por el profesor de Música Guillermo Flamenco: decenas de balcones se abren para que sus ocupantes coreen eso de 'Esto es Alfaro, al virus lo matamos quedándonos en casa y juntos le cantamos, gritamos: ¡Te vamos a ganar!'. A las voces se sumaban trompetas, ukeleles, palmas... Una catarsis colectiva, informa Ernesto Pascual.

Y en Haro, otro tanto: cada noche salen los vecinos a sus terrazas, balcones y ventanas en reconocimiento a a los nuevos héroes que estos días arriesgan sus vidas estando en las calles para protegernos al resto. El jueves, la emoción creció por de El Mazo, cuando un trabajador de la UVI Móvil que se disponía a desplazarse hasta Logroño, recogió en nombre de todo ese colectivo de héroes cotidianos el homenaje popular cuando lo reconoció el vecindario y coreó su nombre en señal de gratitud, informa Óscar San Juan.

La idea, surgida de modo anónimo para reconocer al personal sanitario, ya se extiende a todos los héroes

Tercer caso, Santo Domingo. Javier Albo explica que la localidad también se llena de aplausos las noches, ya sea para las distintas convocatorias unitarias que se realizan sobre distintos colectivos, como dirigidos a la Policía Local, que en algunos momentos del día aprovecha sus patrullas por la ciudad para poner música desde la megafonía del coche: 'Resistiré', el miércoles' y 'No dejes de soñar', de Manu Carrasco, el jueves, cuando los calceatenses salieron a sus balcones por Amancio Ortega, primero, y por todos los niños confinados después.

También en toda la zona metropolitana de Logroño y en el valle del Iregua se suceden igualmente los aplausos a diario. En el caso de Villamediana, después del reconocimiento hay urbanización que alargan la salida a los balcones con animación, como es el caso del DJ NDS Music, que pone música e iluminación desde su casa durante unos minutos para subir el ánimo de todo el barrio con distintas canciones. Además, hay música en otras localidades como Lardero y Torrecilla en Cameros, como explica Diego Marín.

Publicidad

Un relato análogo al que anota en las distintas cabeceras nuestros corresponsales. Arnedo, donde la movilización dispone de su propio sello puesto que coincide con las aplazadas fiestas de San José, Nájera, donde predomina igualmente la devoción por los conciertos improvisados, o Calahorra, que se suma cada noche a la ola de aplausos que recorre La Rioja. Según relata Isabel Álvarez, dibujos, música, cánticos o cualquier expresión artística vale para mostrar en los balcones el apoyo a los sanitarios y a los otros muchos colectivos que están dejándose la piel en esta crisis. La Policía Local se ha convertido también en protagonista de este momento. A las ocho de la tarde activa todos los días las sirenas de varios de sus vehículos, que recorren el paseo de Valvanera arropados por los aplausos de los calagurritanos.

Escenas que se repiten por toda La Rioja y que reflejan el oscilante estado de ánimo con que vive la ciudadanía el confinamiento: obediencia más o menos unánime, salvo los incívicos que nunca faltan, y una corriente de simpatía hacia quienes aseguran el bien común. Miembros, igual que todos quienes les aplauden, de la recién nacida hermandad de los balcones.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¡Oferta especial!

Publicidad