«Hoy es un día para estar contentos»

«Hoy es un día para estar contentos», insiste él tratando de animarla mientras ella manosea un trozo de papel que acabará utilizando para enjuagar sus lágrimas. Cuando ellos llegan, María Jesús Martínez, con los ojos rebosantes de emoción, acaba de mandarle un beso desde la distancia a su madre mientras desaparece al otro lado del cristal.

Esas escenas se repitieron este viernes en muchas residencias de mayores de La Rioja que, a la carrera, activaron un protocolo de urgencia para el reencuentro a expensas de articular todos los recursos necesarios para el lunes. «Dos visitas cada media hora y, de momento, a través de la ventana», explicaba Susana Ruiz, directora de Santa Justa, reconociendo el «aluvión» de peticiones de las familias. «Ha sido muy duro, sobre todo el segundo cierre ya que pensábamos que habíamos recuperado cierta normalidad», señala lamentando que la factura de la pandemia se traduce en un desgaste «físico, cognitivo y emocional» que hacía «muy necesario» recuperar el contacto.

«La he visto bien», dice Lola tras despedir a su madre, mientras que a su lado hijo y madre se hacen un 'selfi' con la distancia obligada. «Me preguntaba que por qué no nos vemos, que muchos días se asomaba a la ventana para ver si nos veía pasar por la calle», dice, y prefiere no pensar en una Navidad que, si nadie lo remedia, será la primera sin su madre.

En la residencia Orpea, de Logroño, Primitivo Masa Pérez, de 96 años (natural de Pasajes Ancho), se reencontró a primera hora de la tarde de este viernes con su hija Soledad, a la que no veía de cerca desde agosto. «¡Qué barbaridad!», exclamaba Primitivo, a quien su familia ha podido ver durante las últimas semanas en la distancia, desde la valla del centro. Vino a Logroño de niño y aquí trabajó de carrocero. «Los primeros autobuses de línea de aquí los hice yo, que empecé a trabajar en Murillo y Heredia, frente al hospital militar», recuerda.

Soledad Masa Alonso piensa turnarse con su hermana Olga para poder venir a ver a su padre los próximos días. «Me hace muchísima ilusión venir a verle, venimos siempre que podemos», reconoce Soledad. «A él también le hace mucha ilusión, sobre todo poder ver a su nieta con su biznieto, al que vio el otro día por primera vez desde marzo, y dice que está precioso, ¡muy grande!», subraya Soledad, describiendo que él está «un poco aburrido porque no puede salir. Estaba acostumbrado a venir con nosotros los domingos a La Laurel, pero le preguntamos y siempre nos dice que le tratan muy bien».

En Calahorra, este sábado comenzarán las primeras visitas en la residencia de La Concepción, «en turnos de media hora y con un cuarto de hora de diferencia para desinfectar», explican desde el centro. En la residencia San Lázaro de momento este fin de semana no acogerán visitas, con el fin de consolidar los protocolos de medidas que quieren llevar a cabo. Una de ellas, según explican desde la dirección, es la realización de test a los familiares de los residentes que soliciten la visite. Por su parte, en la residencia Los Manitos (con cuya dirección no consiguió ayer hablar este periódico) podrían no estar todavía permitidas las vistas debido a casos de COVID, informa Isabel Álvarez.

En Santo Domingo de la Calzada, las visitas en la residencia Hospital del Santo comenzarán este próximo lunes, día 7, en horarios fijados y previa petición de cita en portería. Serán dos residentes por franja horaria y con la visita de un único familiar de referencia, preferiblemente que sea siempre el mismo. Las visitas se realizarán en el exterior, para lo cual la residencia va a montar una carpa en el patio, con sistema de calefacción, ventilación, distancia de seguridad, toma de temperatura a la entrada y demás medidas.

También se realizará un registro de familiares de referencia. Entre visita y visita, se dejará un espacio de 15 minutos para la ventilación y desinfección de la sala. La residencia anuncia que las visitas serán supervisadas por personal del centro y, en caso de incumplir o no respetar las medias establecidas, serán suspendidas «inmediatamente y de manera definitiva», informa Javier Albo.

Mientras tanto, en Nájera, las visitas se retrasarán hasta el miércoles, siguiendo el protocolo marcado por la Consejería, informa Félix Álvarez.

La cautela también guiará las visitas en el centro de Autol. Según informa la alcaldesa del municipio, Catalina Bastida, se desarrollarán «con todas las precauciones del mundo y alguna más ya que lo que importa es salvaguardar la salud y la vida de nuestros mayores». Las primeras serán a partir del lunes y siempre concertadas con anterioridad, informa Sanda Sáinz.

En Cervera, por su parte, la Fundación Hospital de la Purísima Concepción y don Felipe Ochoa (que en la actualidad no tiene casos positivos ni usuarios aislados) también esperará al lunes para reiniciar unas visitas que se pueden concertar telefónicamente desde este sábado, 5 de diciembre. Para recibir a los familiares, según informa Sanda Sáinz, el centro ha organizado cinco turnos de media hora (tres por la mañana y dos por la tarde) con dos visitas por turno. Solo se permitirá una visita por familia, siempre deberá ser la misma persona y se realizarán al aire libre. En caso de mal tiempo, se habilitará un lugar cubierto con entrada por la avenida de La Rioja.