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Los animales siempre han ayudado al hombre. Desde el Pleistoceno, cuando el lobo formó una simbiosis con el humano para ser más efectivos en la caza, hasta más recientemente, al colaborar en las labores agrícolas y, por qué no reconocerlo, al ser usados en experimentos científicos. La industrialización ha convertido las mulas y bueyes en tractores y la concienciación animal ha reducido la experimentación animal, pero especies como perros, caballos y aves continúan siendo serviciales al ser humano. Ya no solo en terapias que favorecen la recuperación en enfermedades, también en trabajos por el bien de la comunidad. No solo son animales de compañía, mascotas, también son esenciales para nuestra seguridad y bienestar.
Javier Muñoz Presidente ONCE La Rioja
Tal vez los más conocidos sean los lazarillos que acompañan a las personas con discapacidad visual. En La Rioja hay seis perros guía de la ONCE y tenerlos, reconoce el presidente presidente regional Javier Muñoz, «supone independencia a la hora de moverte, un bastón no te permite desplazarte en espacios abiertos porque no hay referentes pero un perro te mueve por cualquier parte». La Fundación ONCE del Perro Guía entrega unos 200 al año y en nuestra comunidad hay una lista de espera de cuatro personas. «Tienes que simpatizar y querer al perro, saber que va a estar contigo día y noche», explica Javier Muñoz, por eso se realizan informes antes de entregar un ejemplar. Porque es una valiosa herramienta de movilidad pero también un ser vivo.
Christian Vadillo Unidad Canina de Rescate de La Rioja
La Unidad Canina de Rescate (UCR) de La Rioja está formada por veinte personas y quince perros que, voluntariamente, se ponen a disposición de SOSRioja cuando hay una emergencia. Sobre todo ayudan en la búsqueda de desaparecidos, aunque en los últimos meses han intervenido en los derrumbes de la torre de la iglesia de Viguera y las bodegas de Villamediana. «Nuestro trabajo habitual es la búsqueda en grandes áreas y vamos descartando terreno. Más que buscar, descartamos zonas, porque normalmente los desaparecidos aparecen desorientados en caminos o carreteras», explica Christian Vadillo, secretario de la UCR.
En el equipo cuentan con el binomio formado por Francisco José Caparroso y la perra Argui, uno de los pocos en España cualificados por la Asociación Nacional de Perros de Salvamento con el grado de excelencia para la búsqueda en grandes áreas y excarcelaciones, y que ha acudido a los desastres de Marruecos, Turquía y Valencia. Aunque cualquier raza es válida en un principio, y de hecho han contado con boxer y labrador, ahora predominan los malinois. «Lo que deben tener es ganas de trabajar y que les guste la gente, y el pastor belga es un perro de trabajo al que su tamaño medio facilita su movilidad», describe Vadillo.
Entrenan en equipo dos veces por semana pero individualmente la preparación es diaria, así que colaborar en la búsqueda y hallazgo de una persona es «una ilusión porque dedicamos mucho tiempo». «Lo ideal siempre es encontrar a la persona con vida pero a veces no es posible. Ver a una persona mayor o a un niño asustado y devolverlo a la familia es una alegría, es para lo que trabajamos», expone Vadillo.
José Antonio Guillén Policía Nacional
La Jefatura Superior de Policía Nacional de La Rioja no cuenta con perros pero cuando realiza una operación especial pide la colaboración de unidades caninas como la de Zaragoza, desde donde dan cobertura a Navarra y La Rioja. Así sucedió meses atrás, cuando vino a Logroño el oficial José Antonio Guillén con Tenis, especialista en detección de estupefacientes, billetes y armas. El guía canino selecciona al animal y lo forma para aprovechar su olfato.
«Para el perro todo es un juego, pero llega un momento en que sustituimos el juguete por un olor y, cuando lo localiza, obtiene su recompensa», explica José Antonio Guillén. «Nosotros vivimos en un mundo de colores y ellos, de olores», advierte. Tal es así que sus perros han detectado droga en un camión de ultracongelados, ruedas, dobles fondos y hasta en la vagina de una mujer.
«Yo crío a mis propios perros pero a Tenis la rescaté, la tuvo un chico un año en un transportín, por lo que sufre artrosis en el rabo y tiene mucha falta de cariño», cuenta Guillén. A sus 3 años, Tenis, de raza malinois, lleva algo más de uno sirviendo a la Policía Nacional. Algunas comisarías, como la de Barcelona, tienen espacios acondicionados para perros, pero la de Zaragoza no y sus efectivos animales viven en una residencia, aunque Guillén se lleva a los suyos con él a casa.
David Castilla Guardia Civil
La Guardía Civil de La Rioja cuenta con una unidad cinológica compuesta por el sargento David Castilla, los agentes César Fernández y Diego Presumido, y los perros Oxy, Roxy, Dora y Coca, más otros tres en formación, especializados en detección de drogas y búsqueda de personas. De hecho, una de las perras, Dora, recientemente detectó hachís, heroína y Trankimazin en los genitales de un hombre que intentaba introducir la droga en la cárcel.
Los perros se adquieren en criadores especializados, se obtienen de la Cría Caballar de las Fuerzas Armadas o son donados, si se considera que tienen condiciones, como dos cachorros de pastor belga y alemán actualmente en adiestramiento. Todo su entrenamiento de detección, sea de drogas o explosivos, es por asociación: juego, sustancia, premio. Aunque hay más razas, como una springer spaniel, y antes, labradores. «Deben admitir un cambio de guía, si un compañero se jubila», advierte David Castilla.
Los animales viven en unas perreras acondicionadas en el aeropuerto de Agoncillo, aunque hay excepciones en las que se pueden llevar al domicilio. «En casa lo tienes que sacar y si hay un problema fuera de servicio, como si lo atropellan o se pelea con otro perro, puede suponer un detrimento para la unidad porque no va a estar operativo», explica Castilla. Eso sí, aunque el perro pertenece a la Guardia Civil, no está considerado agente de la autoridad. «El perro de un compañero de Toledo sufrió una lesión y el agresor fue denunciado por la ley de protección animal», señala César Fernández, quien destaca que el periodo de socialización es primordial. «Frente a un perro de búsqueda de personas, que trabaja en un entorno natural como es el campo, los de detección de drogas pueden entrar en una discoteca o un autobús», destaca. Eso sí, saben cambiar el chip. «Si la siento y le doy una palmadita en el pecho ya sabe que va a trabajar», advierte Castilla, aunque también admite que, paseando, su perra ha sorprendido a algún setero y lo ha marcado esperando premio.
Francisco Javier Marquina Cetrero
Más desconocida es la labor de los halcones que se encargan de mantener despejado el cielo de aeropuertos como el de Agoncillo, donde trabaja el cetrero Francisco Javier Marquina, de la empresa Nebli, con diez aves, entre ellas Quico, un halcón sacre macho. Quico y sus compañeros (Rex, Tóxica, Danzarín...) viven en unas jaulas del propio aeropuerto. «El control de las aves con medios técnicos (ruidos) no sería tan efectivo como con los depredadores, que tienen la zona como un territorio de caza», explica Francisco Javier Marquina.
Los halcones se adueñan del terreno y espantan a otras aves, como cigüeñas, garzas, avefrías, estorninos y milanos, que pueden interferir en despegues y aterrizajes. «El problema, en verano, es que los milanos entran a pista en gran número y es un peligro, así que hay que espantarlos», cuenta Marquina. Por eso vuela los halcones a diario, así ha conseguido echar a las grandes bandadas de estorninos que sobrevolaban el espacio aéreo. También acabaron con los jabalíes de la zona, pero mediante batidas.
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