Con todo el amor del mundo

Abrácese a un familiar o amigo. Ahora vea 'Cinema paradiso'. Sí, ya lo está pensando... la escena de los besos. Pruebe a dar el mismo abrazo ahora. Es imposible. El segundo tiene un 'nosequé' especial, una vibración única y trascendental. Así, de esos, del segundo tipo de abrazos fueron los que recibimos todos los asistentes al emotivo acto de celebración del vigésimo aniversario de la fundación de FARO. Acostumbrados a un mar de siglas, las de este elemento iluminador son especiales de veras. Sus cuatro letras esconden familia, amor, rebelión y optimismo y, también, el cáncer infantil.

Las palabras brotaron con energía y sonrisas tanto para recordar aquellos inicios de 1999 en los que los padres peleaban solos y sin consuelo como para agradecer a todos los que se han ido sumando y que incluso a pesar de las pérdidas, han seguido habitando en una asociación cálida, que ofrece refugio y brinda amistad sin límites.

La pasión se desbordó por momentos y los nudos apretaron las gargantas de los presentes. ¿Quién merece la visita de una enfermedad de este tipo y que se cebe con los más inocentes?

Intervinieron Rosana Gómez Cadiñanos, Elena del Campo, Juan Antonio Marrodán, Ana García, Isaías Hernando (por vídeo conferencia) como pioneros de FARO para dar paso a Estela de Benito, Ivette, Nuria Gómez, María Martín y un voluntario para ofrecer una visión de 360 grados de lo que es FARO y tener una visión lo más próxima posible a lo que viven los padres con un niño afectado por una enfermedad cuya simple evocación ya contrae el alma, el apetito afectivo y despierta el miedo... FARO ayuda a encontrar el consuelo y la luz en esas tinieblas. Toda la ayuda es poca.

Todos evocaron la altura y pasión humana cuando las cosas se tuercen en la vida. Un canto a la esperanza, como la banda sonora empleada para visualizar uno de los vídeos que daba un repaso a estos 20 años de existencia y con banda sonora de Alejandro Sanz. Yo te traigo... 20 años en las que el cantautor repetía ... 'Amor a prueba de balas y se crece con las batallas'... y que encogió las tráqueas de los asistentes.

Emoción a raudales llevada al extremo cuando entraron los protagonistas de esta película que busca un final feliz. Niños y adolescentes ataviados con las camisetas de FARO que pasan y han pasado por un trance que les ha dado un barniz de madurez prematura y una experiencia vital que, lejos de rechazar, abrazan con ardor. Lo resumió muy bien Ivette: «Me siento afortunada por haber pasado por lo que he pasado», dijo con la voz quebrada para terminar de romper la almas de los más de 200 asistentes a este vigésimo cumpleaños.