La amenaza que llama a la puerta
Aumentan las críticas a las tácticas de venta a domicilio «agresivas» contra personas mayores
Pablo Álvarez
Domingo, 23 de octubre 2016, 21:39
«A mis padres les ha pasado hoy: les han vendido una vaporeta con no se qué regalos por 2.400 euros». «Mi madre pagaba 86 euros al mes que no sabía ni de qué eran. Cuando hablé con la empresa, y les pregunté, me dijeron que les quedaban por pagar. 5.600 euros». «En consumo nos dijeron que no había nada que hacer, y cuando amenazaron con acciones legales hubo que apoquinar los mil quinientos euros. En cómodos plazos, eso sí».
Publicidad
Son testimonios recogidos en Facebook sobre un fenómeno que no es nuevo en absoluto, pero que en los últimos tiempos va motivando cada vez más preocupación: los comerciales que utilizan técnicas de venta puerta a puerta «agresivas», sobre todo dirigidas a un público más vulnerable, el de las personas mayores. La semana pasada, la Unión de Consumidores de Asturias pedía directamente que este tipo de venta fuera prohibida en el Principado. «Tienen a las personas mayores que viven solas como principal objetivo», señalaba la asociación. Y es que la UCE asturiana afirma estar recibiendo «entre 15 y 20 quejas al día de este tipo de comerciales». No sólo de los que venden suscripciones a colecciones de libros o artilugios de todo tipo, sino los que «atacan» con descuentos en los recibos de agua o gas y acaban cambiando las condiciones de los contratos o incluso cambiando la compañía sin que el cliente sepa del todo qué está pasando.
Algo así es lo que le ocurrió a la anciana madrileña que el pasado mes de mayo acabó en los tribunales litigando (y ganando) contra una empresa de venta a domicilio, curiosamente radicada en Asturias. El juicio se cerró este año, pero la batalla comenzó en el 2010, cuando la mujer, de 77 años, contrató una colección de libros «sin que el comercial le informase de aspectos básicos como la posible devolución del producto en los días posteriores». Pero eso fue solo el principio: en los días siguientes comenzó a recibir un aluvión de visitas de comerciales similares que le ofrecían desde una tablet hasta un aparato para hacer ejercicio. La mujer acabó firmando nada menos que once contratos distintos, todos con la misma empresa, por un valor total. de 5.500 euros.
No es, desde luego, un caso endémico de Asturias. La Policía Local vitoriana advertía en la primavera pasada de que esas prácticas estaban presentes en la capital vasca. «Se han materializado contratos de hasta 5.700 euros», advertían. Y lo vendido era muy variado: menaje de hogar, teléfonos móviles, relojes, libros.
Son muchas las instituciones que han alertado contra el peligro de estas prácticas para el consumidor no prevenido. Porque, salvo que medie engaño o estafa, este tipo de venta es legal. Pero conviene tomar al menos tres precauciones:
Publicidad
1. En el momento, no. No firme contratos que le comprometan por largo tiempo o por mucho dinero en ese momento, por mucho que le apremie el vendedor. Nunca hay tanta prisa.
2. Pida papeles. Exija que le dejen por escrito la oferta para que usted la estudie con tranquilidad. Si tiene dudas, pregunte.
3. Todo se devuelve. Deben informarle del periodo de devolución gratuita, que es obligatorio para todo tipo de artículos. Durante ese periodo tiene usted derecho a cambiar de idea sin dar ninguna explicación, a que le reembolsen el dinero y se lleven los productos entregados sin que a usted le cueste nada.
¡Oferta especial!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión