Los expertos alertan de la dimensión de epidemia de las enfermedades renales

Lograr un nuevo órgano no es el final del proceso, pero sí un cambio radical en las vidas de los pacientes que padecen enfermedad renal crónica en estados avanzados. En la actualidad, 34 personas esperan un riñón nuevo en La Rioja. Una demora que por término medio, según datos facilitados por la Consejería de Salud con motivo de la celebración hoy del Día Mundial del Riñón, se prolonga durante año y medio.

El trasplante es la recompensa a años ligado a una máquina que no hace la vida nada fácil y que en la mayoría de ocasiones imposibilita conciliar diálisis y trabajo. No obstante, en el 2011, La Rioja dio un salto cualitativo. El 14 de abril de ese año el Hospital San Pedro culminaba con éxito el primer trasplante de riñón practicado en la región. Hasta entonces los pacientes eran derivados al hospital vizcaíno de Cruces.

Desde aquella fecha, 42 enfermos han sido intervenidos aquí, con la particularidad de que 3 de ellos han recibido el riñón de un donante vivo. Quedaría por despegar en La Rioja el trasplante renal cruzado, es decir, aquel que está basado en el intercambio de órganos de donantes vivos entre dos o más parejas. Sea como fuere, la cifra total de trasplantados supera las expectativas que en un principio se marcaron los profesionales y los responsables de la Consejería de Salud.

Los trasplantes son una alternativa de tratamiento para la enfermedad renal crónica. Una patología que, en palabras de Emma Huarte, jefa de la sección de Nefrología del Hospital San Pedro, «está cobrando dimensiones de epidemia en pleno siglo XXI». Su prevalencia ha ido en aumento en los últimos años de tal forma que el cálculo es que el 10% de la población mundial sufre insuficiencia renal en diferentes fases. Un porcentaje del que no está exenta la región donde, a día de hoy, entre 170 y 180 enfermos están bien en hemodiálisis, bien en diálisis peritoneal. También hay una cantidad similar de pacientes trasplantados. Por tanto, el número total de enfermos en tratamiento renal sustitutivo ronda, según Huarte, los 350.

El aumento en la incidencia se debe al incremento progresivo de aquellas patologías que pueden causar la enfermedad renal como son la hipertensión, la diabetes y la obesidad. La solución pasaría entonces por «atajar o controlar bien todas estas enfermedades para intentar detener la evolución de la insuficiencia renal porque si no esto es imparable», apunta.

En La Rioja, señala la jefa de Nefrología, «la incidencia de la hipertensión es cada vez mayor y lo que es peor, en gente joven, que es más preocupante, lo mismo que la obesidad y la diabetes asociada a la obesidad, y todas ellas son las enfermedades que acaban produciendo la enfermedad renal». La mejor prevención en este caso sería entonces seguir unas pautas de vida saludable.

Hecha la radiografía de la enfermedad, quedaría por cuantificar su aumento y según los registros que se efectúan con periodicidad anual, el número de pacientes diagnosticados aumenta entre el 4 y el 6% cada año. Precisamente hoy la Asociación para la lucha Contra las Enfermedades del Riñón de La Rioja (ALCER) colocará mesas de información para dar a conocer los hábitos de prevención. El domingo, en el campo de Las Gaunas, a las 17 horas, con el equipo Sociedad Deportiva del Logroñés, se hará un acto de apoyo a la campaña de sensibilización sobre la enfermedad renal.