Placas solares sobre una gasolinera.

Ahorro empieza por 'A'

La clasificación de los edificios puede suponer ahorros en la factura energética de hasta un 42 % al pasar de una certificación de clase 'E' a una 'A'

efe

Lunes, 12 de enero 2015, 18:23

El consejero de Industria, Javier Erro, ha destacado hoy que la clasificación energética puede suponer ahorros en la factura energética de hasta un 42 % al pasar de una certificación de clase E a una A, por lo que ha animado a buscar ese ahorro mediante los certificados energéticos.

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Erro, en un encuentro informativo, se ha referido a los datos de la evolución del Registro de Certificaciones Energéticas en Edificaciones de La Rioja, donde, desde su puesta en marcha a mediados del 2013, se han inscrito 8.903 certificados, que corresponden a 16.699 viviendas individuales.

También han participado en esta rueda informativa los decanos de los Colegios de Arquitectos, Alfonso Samaniego, y de Ingenieros Técnicos, Juan Manuel Navas; y los presidentes de los Colegios de Arquitectos Técnicos, Fernando Gómez, y de Ingenieros Industriales, Manuel Celso Juárez.

Todos ellos han insistido en la importancia de los certificados energéticos, realizados por técnicos competentes, a lo que Erro ha añadido que es un buen instrumento para lograr ese ahorro y evitar gastos innecesarios.

El consejero ha estimado que, para una vivienda tipo con una certificación clase E y con un recibo medio de suministros energéticos de 100 euros al mes, si tuviera una etiqueta A, su factura se reduciría a un máximo de 58 euros, lo que supondría un ahorro del 42 %, mientras que si fuera G gastaría un mínimo de 133 euros al mes.

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Ha señalado que el número de certificados inscritos en el 2014 se ha estabilizado en una media de unas 370 inscripciones al mes, una vez transcurrido el segundo año de la implantación del registro y tras los primeros meses de regularización del parque de edificios.

El año pasado se efectuaron 4.460 certificados, que correspondieron a 7.811 viviendas individuales; y, de aquellos, 3.952 afectaron a inmuebles de tipo residencial, frente a 508 de inmuebles de tipo terciario, como oficinas y comercios.

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Ha detallado que en los edificios de tipo residencial, un 5,46 % de las inscripciones optaron por el certificado de edificio completo, frente a 94,54 % de las inscripciones que se realizaron a título individual -312 unifamiliares y 3.424 viviendas individuales-.

Respecto de los edificios terciarios registrados, ha dicho que un 44 % correspondía a inmuebles de uso comercial, un 25 % a oficinas y un 7 % a inmuebles dedicados a actividades de restauración.

Erro ha destacado el esfuerzo que realizan las administraciones públicas para certificar energéticamente los edificios que ocupan y se han registrado 51 inmuebles certificados desde la puesta en marcha del registro autonómico.

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Entre ellos ha citado centros de tercera edad, polideportivos, ayuntamientos, edificios de la Universidad de la Rioja, el Centro Tecnológico de La Rioja y oficinas de la Consejería de Industria y del Servicio Riojano de Salud.

Ha explicado que el certificado de eficiencia energética comprende la calificación de eficiencia energética del inmueble mediante la etiqueta energética, que clasifica los edificios desde la A (favorable) a la G (desfavorable), y las recomendaciones para mejorar esa cualificación.

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Discreta nota

Sus datos indican que el 81 % de las viviendas registradas se encuentra dentro de la calificación energética media con las letras D y E; un 2,53 % obtiene una elevada, que englobarían aquellos edificios de alta calificación energética que superan con "creces" las exigencias del Código Técnico de Edificación; y un 15 % logra una baja, las letras F y G.

La vivienda tipo certificada de uso residencial sería una construida con anterioridad a la aplicación del código técnico actual, con una superficie media de con un consumo anual de 216 kilovatios a la hora por metro cuadrado, lo que equivale a unas 1,51 toneladas equivalentes de petróleo anuales.

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En cuanto a los edificios terciarios, la calificación obtenida es ligeramente mejor, con un 14,5 % de locales con elevada calificación energética (A, B o C), un 53 % de calificación media (D y E) y un 21 % de calificación baja (F y G).

Erro se ha referido a la creación de nuevas herramientas de consulta, como el mapa energético de la edificación de la Rioja, que permite visualizar los inmuebles geolocalizados con certificado de eficiencia energética inscrito en el registro oficial riojano.

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Esta aplicación permite realizar filtros para que solo se muestren edificios con unas determinadas características en función de su calificación energética, uso, año de construcción y municipio, entre otros.

La Rioja es la primera comunidad autónoma que ha puesto a disposición de la ciudadanía este tipo de mapa electrónico, donde pueden localizarse fácilmente los edificios certificados y sus características energéticas.

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